La temeridad acompaña a la juventud, como acompaña la prudencia a la vejez.
Cicerón
Se triunfa con lo que se aprende.
Coco Chanel
los trabajos rutinarios y poco interesantes requieren un jefe; los no rutinarios y más interesantes dependen de la autogestión.
Daniel H. Pink
Es un hecho incontrastable que hace aproximadamente I.700 años toda la humanidad era politeÃsta.
David Hume
¿Quién dijo que hoy es múltiplo de antes, y el ego un envidioso malcriado...?
JoaquÃn Sabina
Gozamos (del bien) por su esperanza, por su presencia y por su recuerdo: triple especie de posesión. La simple idea de algún bien es ya un bien.
Joseph Joubert
Morir por la democracia es como morir por el sistema métrico decimal.
Julio Camba
En el amor, todas las cumbres son borrascosas.
Marqués de Sade
Dicen que insulta a los pobres el que va derrochando por la calle su dinero; pero los insulta más el que se lo guarda en la hucha para que tenebrosamente le echen crÃas con la usura.
Miguel de Unamuno
El amor toma rehenes. Se cuela dentro de ti. Te come por dentro y te deja llorando en la oscuridad, de tal manera que una frase tan simple como quizá deberÃamos ser sólo amigos o qué receptivo se convierte en una esquirla de cristal abriéndose paso hasta nuestro corazón.
Neil Gaiman
Recuerda, el ego necesita retos. Vive con el reto.
Osho
No soy de consejos, soy más de frases hechas como: A mamá mono no le vengas con bananas verdes.
Patricia Conde
Ya que mis ojos os sirven de espejo, estudiad en ellos el efecto de lo que os predigo. Con sólo que hagáis ademán de acercados a la señora...
Pierre-Augustin de Beaumarchais
No trato de describir el futuro. Trato de prevenirlo.
Ray Bradbury
Cuando sólo querÃa rendirme y desaparecer, descubrà lo que define ser una mujer.
Soraya Lamilla
El aumento de la productividad económica, que por un lado crea las condiciones para un mundo más justo, procura, por otro, al aparato técnico y a los grupos sociales que disponen de él una inmensa superioridad sobre el resto de la población. El individuo es anulado por completo frente a los poderes económicos.
Theodor Adorno