Cuanto más feas son las prendas, peores son los lugares en los que tenemos que posar para que resulten bonitas.
Chuck Palahniuk
La siesta de la victoria.
Alec Baldwin
Cualquiera a quien hayas privado de todo ya no está en tu poder, es de nuevo totalmente libre.
Aleksandr Solzhenitsyn
El éxito está detrás del trabajo y del sacrificio, y luego está el talento.
Antonio Banderas
Los militantes que matan para castigar la discrepancia son tan criminales como los militares que matan para perpetuar la injusticia.
Eduardo Galeano
He visto a mucha gente empezar una vida mejor y más feliz después de abandonar un trabajo en el que no funcionaba.
Jack Welch
Pinté con cariño, pinto con cariño y pintare con cariño... Y espero que alguien diga cuando falte: pintó con cariño.
Juan Lobillo
Ya habéis visto los duros epítetos que los órganos del gobierno han arrojado sobre esta manifestación. Se ríen de los derechos políticos, de las elevadas doctrinas, de los grandes ideales, befan a los líricos, a los retardatarios que vienen con sus disidencias de opinión a entorpecer el progreso del país.
Leandro Alem
La mayor parte de las vidas no se distinguen por sus grandes logros, sino por una infinidad de logros pequeños.
Lisa Kleypas
Vivo muriendo, ardo en el hielo, tiemblo en el fuego, espero sin esperanza, pártome y quédome.
Miguel de Cervantes
Entiéndelo, tengo que comer, pagar facturas, comprarme ropa, echar gasolina... ¡Cerrarte la boca!
Mucho Muchacho
Despido energía y sé que soy un vago, a mí no me ata corto nadie porque me apago.
Roberto Iniesta
Bajo el agua seguía gruñendo, aún más fuerte y aterrador: llegó al barco, se quebró el puente; el barco cayó como plomo.
Samuel Taylor Coleridge
La existencia de Dios es evidente en sí misma, pero no para nosotros, por tanto, debe demostrarse.
Tomás de Aquino
La pobreza no está solo para entenderla sino también para solucionarla.
Vicente Ferrer
Supongo que no tengo prisa. Supongo que es tu espectáculo. Pero toda esta mierda, ¿Sabes?, se está haciendo un poco... Vieja. - Levantó el arma con ambas manos, apuntando al centro del escritorio, y apretó el gatillo.
William Gibson