Por favor, no quiero que me describan como una "leyenda del horror". Ya pasé de eso hace tiempo.
Christopher Lee
Antes votaba por lo que esperaba que hicieseis; esta vez votaré por lo que vi que hicisteis.
Andrés Rábago García
Con arte se quebrantan los corazones duros, tómanse las ciudades, derribanse los muros, caen las torres altas, álzanse pesos duros; por arte juran muchos, por arte son perjuros.
Arcipreste de Hita
Tiene cada época sus luchas literarias, que a veces son batallas en toda la línea.
Emilia Pardo Bazán
Sólo el hombre culto puede ser libre.
Epicteto
Todas las familias tienen sus altibajos, y a veces una familia pasa de la miseria a la riqueza y de la riqueza a la miseria en tres o cuatro generaciones, y el proceso vuelve a empezar.
Gay Talese
El presente es una poderosa deidad.
Goethe
No creo que yo soy evangélica en mi trabajo.
J. K. Rowling
Vales tanto como tu última obra.
Jesús Hermida
La lucha es un bien, el más grande bien que le ha sido otorgado al hombre, pero siempre que la lucha no sea irremediablemente estéril o inútil, porque entonces ya no es lucha, es el Infierno.
José María Arguedas
El verdadero orden social y político es el conjunto compensado y armónico de todas las libertades.
Manuel Silvela
Hola Don Pepito, Hola Don Jose, Pasó usté por mi casa? Por su casa yo pasé. Vió usted a mi abuela? A su abuela yo la vi. Adiós Don Pepito, Adiós Don José
Miliki
¡Un hermano de cruz! ¡Eso es otra cosa! ¡Una cosa que acaso no exista! Un hermano de cruz es alguien por sí mismo, no por otro, y por eso su amor es grande, desinteresado, precioso a nuestro corazón. Porque, ya ves tú, haciendo favores es fácil hacerse querer...
Panait Istrati
Dichoso el día en que ni la fortuna ni la miseria se hereden.
Rafael Barrett
Que yo me voy para la Guajira, porque aquí tengo mala suerte. Y si no puedo volver, porque en la Guajira muero, solo quedara el recuerdo, de aquel amigo que se fue.
Rafael Escalona
Del camino del Go, la belleza de Japón y del Oriente se habían desvanecido. Todo se había vuelto ciencia y reglas. El camino hacia el ascenso de categoría, que controlaba la vida de un jugador, se había convertido en un meticuloso procedimiento de puntaje. Uno conducía el enfrentamiento con la única meta de ganar, y no había margen para recordar la dignidad y la fragancia del Go como arte.
Yasunari Kawabata