Lo que pienso sobre la actuación es que se trata de una mezcla entre instinto, imaginación e inventiva. Todo lo que puedes aprender como un actor son algunas técnicas básicas.
Christopher Lee
Los preceptos del Derecho son: vivir honradamente, no hacer daño a otro y dar a cada uno lo suyo.
Anónimo
Es que ese caballero es tan cambiante como el sol. Un día nublado, oscuro, con sol, medio nublado. Cambia de acuerdo con el ambiente. Pero a veces cambia profundamente, porque todo lo que hizo antes de 1973 lo rechazó después.
Augusto Pinochet
Hay muchas cosas amargas, muchas. En realidad, una persona que quiera independizarse tiene que cuidar de algo, ¿Sabes? De niños, o de plantas, algo. Así conoces tus propios límites. Este es el principio de todo.
Banana Yoshimoto
Denme 100.000 soldados y me paseo por Europa.
George Patton
¡Oh! Amapolas, sólo soledad brota en mi cabello.
Hashimoto Takako
El corazón pena por la caducidad y se entrega a ella sin rebeldía, pero el espíritu la enfrenta con sus armas y trata de vencerla una y otra vez.
Hermann Hesse
Un hombre que oculta lo que piensa, o no se atreve a decir lo que piensa, o no es honrado.
José Martí
El matrimonio es la comunión de vida. Es la casa. Es el trabajo. Es el cuidado de los hijos. Es también alegría y esparcimiento comunes.
Juan Pablo II
En relación con el hombre, la ciencia no puede considerarse neutral: es, en efecto, un don que viene de lo alto.
Hemos tenido un montón de golpes de suerte en el camino, pero éste ha sido un viaje especial.
Lance Armstrong
Nunca trabajo con modelos vivos. Yo utilizo fotografías o referencias que veo en los libros, tomo mis propias fotografías o miro en mi interior.
Ron Mueck
Amemos a Dios, hermanos míos, amemos a Dios, pero que ésto sea a costa de nuestros brazos, que esto sea con el sudor de nuestros rostros.
Vicente de Paul
Piensa por la mañana, obra al mediodía, come por la tarde y duerme por la noche.
William Blake
Apunte a la luna, si no llega al menos alcanzará una estrella.
William Clement Stone
La felicidad tiene una superioridad.
Zygmunt Bauman