El miedo, en gran medida, surge de una historia que nos contamos a nosotros mismos, y por tanto me propuse contarme una historia distinta de la que se cuenta a las mujeres. Decidí que no corría peligro. Era fuerte. Era valiente. Nada podía vencerme.
Cheryl Strayed
La risa que brota de un corazón alegre tiene mucho más valor y significado que el sermón más largo y profundo.
Adolfo Kolping
Que sigue a los niños.
Alfonso Reyes Ochoa
No todas las opiniones son iguales. Algunas son muchísimo más robustas, sofisticadas y bien apoyadas en la lógica y el argumento que las demás.
Douglas Adams
Nadie ataca a un león cuando el campo está lleno de ovejas.
George Bernard Shaw
El otoño es un andante melancólico y gracioso que prepara admirablemente el solemne adagio del invierno.
George Sand
La vida es un espectáculo magnífico, pero tenemos malos asientos y no entendemos lo que estamos presenciando.
Georges Clemenceau
Anhelaba las aguas profundas. Me presionaron hasta convertirme en una modosa sardina conformista cuya espina dorsal fue pareciéndose a la de las otras, suave y lacia como un aborto de lombriz.
Halfdan Rasmussen
Las mujeres estamos siempre como presentando un examen, quizá no sabemos todo el tema a la perfección, pero damos lo mejor de nosotras mismas.
Hillary Clinton
Éste no es un simple viñedo, esto no es sólo un valle, esto no es sólo una comuna, esto es toda mi vida.
Ken Follett
No puedes poner los pies en la tierra hasta que no has tocado el cielo.
Paul Auster
Todas las cosas de nuestra vida pueden despertarnos o ponernos a dormir, y básicamente depende de nosotros dejar que nos despierten.
Pema Chödron
Soportamos los vicios conocidos y reprobamos los nuevos.
Publilio Siro
Aquél que tú lloras por muerto, no ha hecho más que precederte.
Séneca
Tengo que admirar profundamente a alguien para valorarlo como amigos.
Sylvia Plath
Mi cerebro es para mí la más inexplicable de las máquinas - siempre zumbando, zumbando, el alza de buceo rugiente, y luego enterrados en el barro. ¿Y por qué? ¿Cuál es esta pasión por la?
Virginia Woolf