Yo nunca me quedo parada en una cosa que sé hacer, sino que me muevo en aguas movedizas, donde no controlo, para poder aprender de qué va.
Chenoa
Dios es sofisticado, pero no malévolo.
Albert Einstein
Al Fascismo no se le discute, se le destruye.
Buenaventura Durruti
Creo en una arquitectura que parta de la realidad, que elabore una interpretación crítica de ella y que vuelva a la realidad, modificándola, con dialéctica incesante.
Carlos Raúl Villanueva
Hasta que te aceptas como eres, lo llevas mal. Una vez aceptado, lo llevas mejor.
Por cada cosa que hacemos o decimos, o incluso que pensamos, se codifica en nuestras células una tríada de acción-recuerdo-deseo, y este código es imposible de borrar.
Deepak Chopra
Y yo ciego de mí te acepto a ciegas del esplendor terrible de tu llama tan frágil y menuda entre mis brazos.
Eliseo Diego
Daría mi vida por Perón y por el pueblo. Porque estoy segura que solamente dándola me ganaré el derecho de vivir con ellos por toda la eternidad. Así, fanáticas quiero que sean las mujeres de mi pueblo. Así, fanáticos quiero que sean los trabajadores y los descamisados.
Eva Perón
La principal incapacidad de las tortugas como animales de carreras no estriba tanto en su lentitud como en su confuso sentido de la dirección.
Evelyn Waugh
No son los hombres los que hacen la historia, es la historia la que hace a los hombres o a las figuras o a las personalidades; los hombres interpretan, de una forma o de otra, los acontecimientos, pero son hijos de la historia.
Fidel Castro
Mi nombre es Javier, soy un mito inimitable: Mi superioridad en un micro no es cuestionable.
Kase.O
Hasta un ateo necesita a Dios para negarlo.
Miguel de Unamuno
El buen ciudadano debe amar a todos, dar lo bueno y tener compasión de los malvados.
Nicolás Maquiavelo
Aun en sueños no se pierde el hacer bien.
Pedro Calderón de la Barca
La solución, una vez revelada, debe parecer que fue inevitable. Por lo menos la mitad de todas las novelas de misterio publicadas violar esta ley.
Raymond Chandler
Del desordenado amor y vano temor nace todo el desasosiego del corazón y toda distracción de los sentidos.
Tomás de Kempis