Mi época oscura ha sido la de más dolor profesional, como cuando me separé de un grupo exitoso como Los Chicos para convertirme en solista y aunque tenía el apoyo de mi familia y la gente que creía en mí, si fue doloroso.
Chayanne
La concordia aumenta las fortunas pequeñas. La discordia arruina las más grandes.
Agripa
Saber morir cuesta la vida.
Antonio Porchia
Cómodamente al alcance de la mano derecha del usuario está un dispositivo llamado ratón, que desarrollamos para evaluación, como medio de seleccionar los elementos del texto sobre los que han de operar los comandos.
Douglas Engelbart
Las instituciones burocráticas son como las niveladoras gigantes, obedientes al capricho de cualquier tonto que tome los controles.
Edward Abbey
Quiero morir siendo esclavo de los principios, no de los hombres.
Emiliano Zapata
La fuerza del conocimiento no reside en su grado de verdad, sino en su antigüedad, en su hacerse cuerpo, en su carácter de condición para la vida.
Friedrich Nietzsche
El paso de los años mata a los sueños.
Ismael Díaz Lázaro
Hay más diferencias dentro de los sexos que entre ellos.
Ivy Compton-Burnett
El impacto y el dolor de una pesadilla puede ser mucho mayor que el de un puñetazo.
John Katzenbach
Ella anuda hilos entre los hombres y lleva de aquí para allá la mariposa profunda, ala del paisaje y del alma de un país, con su polen...
Juan L. Ortiz
No queremos que se sientan frustrados eso se te queda demasiado en la mente. Tenemos que trabajar en ello y ver lo que hicimos mal.
LeBron James
Los veterinarios lo tienen más fácil. Por lo menos, no son desorientados por las opiniones de sus pacientes.
Louis Pasteur
Con más o menos valor, no hay quien no sepa escalar las alturas del favor; pero saberlas bajar, sólo el hombre superior.
Manuel del Palacio
Los seres humanos son lo que ellos mismos consideran ser; están completamente compuestos de opiniones sobre ellos y sobre el mundo en el que viven.
Michael Joseph Oakeshott
Puede afirmarse sin temor a errar que la obra de la mujer en su hogar es la más creadora que cabe imaginar.
Salvador de Madariaga