Este es mi credo. No hay buenas armas. No hay malas armas. Un arma en las manos de una mala persona es algo malo. Cualquier arma en manos de una persona buena no es amenaza para nadie, excepto para la gente mala.
Charlton Heston
Debes perderlo todo para ganar nada.
Brad Pitt
Todo lo que hace Dios es vernos y matarnos cuando nos aburrimos. No debemos nunca ser aburridos.
Chuck Palahniuk
La sociedad suele administrar la información perturbadora del mismo modo en que lo hace la mente individual. La democracia permite que la información fluya libremente, por ello es absolutamente necesario que la Constitución garantice el derecho a la libertad de expresión.
Daniel Goleman
Colombianos las armas os han dado la independencia, pero solo las leyes os darán la libertad.
Francisco de Paula Santander
Que seria de tu felicidad, radiante astro, si no tuvieras aquellos para los que brillas.
Friedrich Nietzsche
¿Cómo vive esa rosa que has prendido junto a tu corazón?Nunca hasta ahora contemplé en el mundo junto al volcán la flor.
Gustavo Adolfo Bécquer
La disciplina es el puente entre las metas y el éxito. Todos tenemos que sufrir uno de dos dolores: el dolor de la disciplina o el dolor del pesar. La diferencia está en que la disciplina pesa unas cuantas onzas, y el pesar, toneladas.
Jim Rohn
Las cosas que son diferentes, que se salen de lo corriente, bueno, alteran a la gente.
John Katzenbach
Cada instante de tu vida tiene sentido si aprendes de él, y, si lo haces, los siguientes instantes serán más sencillos.
María Jesús Álava Reyes
Nos acostumbramos a la tracción a sangre de los chicos y las mujeres en las noches del centro cargando lo que otros tiran.
Papa Francisco
Yo quería ser el número uno en el mundo, no sólo Japón.
Soichiro Honda
No mires hacia atrás, ya está hecho. ¡Mira hacia adelante!
Swami Vivekananda
Antes del partido pensé que Pelé era de carne y hueso, como yo. Luego comprendí que estaba equivocado.
Tarcisio Burgnich
Con el tiempo, es mejor una verdad dolorosa que una mentira útil.
Thomas Mann
A los 19 yo ya sabía lo que era la vida. Sobre todo porque a esa altura ya se me habían destruído unos cuantos sueños.
Tita Merello