Lo que no se puede curar se debe resistir.
Charlton Heston
Los actores somos los seres más vulnerables del mundo; nuestro estado de ánimo depende del público y de la crítica.
Ariadna Gil
Como la vista en el cuerpo, la inteligencia en el alma.
Aristóteles
No hay cosa más amarga que la aurora de un día en el que nada ocurrirá.
Cesare Pavese
Dios, que muestras nuestras lágrimas a nuestro conocimiento, y que, en su inmutable serenidad, nos parece que no nos tiene en cuenta, ha puesto él mismo en nosotros esta facultad de sufrir para enseñarnos a no querer hacer sufrir a otros.
George Sand
Todo aquel que se casa es como el Dux de Venecia, que se desposa con el mar tempestades ignotas.
Heinrich Heine
Los seres humanos, vistos como sistemas de comportamiento, son muy simples. La aparente complejidad de nuestro comportamiento en el tiempo es en gran medida un reflejo de la complejidad del entorno en que nos encontramos.
Herbert Simon
La gente rica, en general, también sabe lo que el dinero no puede comprar.
Jacques Tati
De lo que no podemos hablar debemos guardar silencio.
Ludwig Wittgenstein
Tengo memoria de elefante. De hecho, los elefantes a menudo me consultan.
Noël Coward
Circule, no hay nada que ver, me dijo ayer el planeta.
Pablo Hasél
No, realmente no se nace para contrabajo. El camino que lleva hasta este instrumento está lleno de rodeos, casualidades y desengaños. Puedo decirle que de los ocho contrabajos de la orquesta nacional, no hay ni uno solo a quien la vida no haya zarandeado y en cuyo rostro no queden huellas de los golpes que de ella ha recibido.
Patrick Süskind
Soy una persona tranquila, leal y tierna.
Pete Doherty
Creo que los arquitectos deberían convertirse en algo mucho más político, más antropológico y más económico.
Rem Koolhaas
Robert Capa era un comunista, así que lo que hizo fue una obra fotográfica propagandística, eso sí, de un altísimo valor artístico.
Stanley G. Payne
Y ahí estaba él, con el rostro demasiado cerca del mío. Su belleza aturdió mi mente... Era demasiada, un exceso al que no conseguía acostumbrarme.
Stephenie Meyer