Frase de Charles Wright Mills

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Entre los investigadores sociales no hay serias diferencias entre quienes observan sin pensar y quienes piensan sin observar; l... - Charles Wright Mills

Entre los investigadores sociales no hay serias diferencias entre quienes observan sin pensar y quienes piensan sin observar; las diferencias más bien se refieren a qué clase de pensamiento, qué clases de observación y qué clases de vínculos, si es que hay alguno, existen entre ambas cosas.

Charles Wright Mills

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No es mi ambición esto de estar en guerra, pero sí lo es crear un nuevo estado nacional y social de la más alta cultura.

Adolf Hitler

Ni dará consejo sano el que su interés procura.

Alonso de Barros

Cuando haces un mundo tolerable para vos, haces un mundo tolerable para otros.

Anaïs Nin

El conocimiento descansa no solo sobre la verdad sino también sobre el error.

Carl Gustav Jung

Si el sexo no fuese la cosa más importante de la vida, el Génesis no empezaría por ahí.

Cesare Pavese

¡Quieren ser libres y no saben ser justos!

Emmanuel Joseph Sieyès

El segundo es el primero de los pasados.

Enzo Ferrari

El nacimiento no es un acto, es un proceso.

Erich Fromm

En cuanto a la pobreza, para nadie constituye una vergüenza el reconocerla, sino el no esforzarse por evitarla.

Esperanza Aguirre

Luchar contra los instintos es la fórmula de la decadencia, mientras que, en la vida ascendente, felicidad e instinto son idénticos.

Friedrich Nietzsche

Tal como un hombre inteligente no teme parecerle tonto a otro hombre inteligente, el hombre elegante no tendrá miedo de que su elegancia pase inadvertida al gran señor, sino al patán. Las tres cuartas partes de los alardes de ingenio y mentiras vanidosas que los hombres han prodigado, rebajándose, desde que el mundo es mundo, iban dirigidas a inferiores.

Marcel Proust

Sólo el que ensaya lo absurdo es capaz de conquistar lo imposible.

Miguel de Unamuno

Las mujeres siempre hacen alguna reserva mental.

Philippe Destouches

El arte es subjetivo, se vuelve objetividad cuando sus destinatarios, después, se dejan envolver por él.

Roberto Rossellini

Era fácil compartir cuando había comida suficiente, o apenas la suficiente, para seguir viviendo. ¿Pero cuando no la había? Entonces entraba en juego la fuerza; la fuerza se convertía en derecho; en poder, y la herramienta del poder era la violencia, y su aliado más devoto, el ojo que no quiere ver.

Ursula K. Le Guin