No hay tal cosa como el valor absoluto en este mundo. Sólo se puede calcular lo que vale una cosa por el valor que le da cada uno.
Charles Dudley Warner
El toreo es el arte que mejor expresa la vida, la muerte, la astucia, el miedo, el terror, la agonía, la inteligencia y el buen gusto. No hay en el mundo un ritual tan didáctico, trágico, bello como son los toros.
Albert Boadella
Durante los momentos más oscuros hay que concentrarse en ver la luz.
Aristóteles Onassis
¡Oh gentes del mundo! Construid en todos los países casas de adoración en el nombre de Quien es el Señor de todas las religiones. Hacedlas tan perfectas como sea posible en el mundo del ser, y adornadlas con lo que es digno de ellas, no con imágenes ni efigies. Entonces, celebrad allí, con júbilo y alegría, la alabanza de vuestro Señor, el Más Compasivo.
Baha'ullah
La cólera no carece nunca de motivos, pero ésta rara vez es suficiente.
Benjamin Franklin
Una cosa fundamental en la vida es saber lo que se quiere. Primero buscarlo como el que se asfixia busca el aire y finalmente pagar el precio.
Fernando González Ochoa
Al corazón del corazón humano.
François Truffaut
Si el Papa viniera al Paraguay, puede ser que le nombrara mi capellán, pero bien se está él en Roma y yo en La Asunción.
Gaspar Rodríguez de Francia
El hombre de acción es sin conciencia, sólo hay conciencia en el contemplativo.
Goethe
La vaca desea los arreos del caballo y el caballo perezoso, estar al arado.
Horacio
Lo que limita a las personas es la falta de carácter.
John C. Maxwell
Me preparé toda mi vida para gobernar la Argentina.
Jorge Omar Sobisch
Lo contrario de bueno es buena intención.
Kurt Tucholsky
Aprendamos a esperar siempre sin esperanza; es el secreto del heroísmo.
Maurice Maeterlinck
¿Sabéis qué hace que las Navidades sean tan especiales? Las madres. Madres trabajando como auténticas burras.
Mila Kunis
Le pareció que él siempre había sido considerado con la gente. En realidad, por lo general le importaba más lo que pudieran pensar de él los demás, que lo que pensaba él de sí mismo. Era la opinión de los demás acerca de él lo que más le preocupaba. Ahora comprendía que lo importante no era lo que los demás pensaran de él, sino lo que pensaran de sí mismos.
Spencer Johnson