¡Sentirse empujado, y atropellado y obligado a circular, y sentir verdaderamente que parece ser verdad que uno no tiene nada que hacer ahí, ni allá, ni en ninguna parte, y, sin embargo, sentirse perplejo ante la idea de que uno está ahí sin saber por qué, y nadie se ha interesado por mí hasta que me ha convertido en el ser que es uno!