Descubrí, aunque inconsciente e insensiblemente, que el placer de observar y razonar era mucho mayor que el que reside en la destreza y el deporte.
Charles Darwin
Sólo hay conciencia e inconsciencia... La conciencia es el miedo, el coraje es inconsciente.
Alberto Moravia
En los tiempos primitivos el hombre creía que cuando soñaba entraba en un segundo mundo real. En esto estriba el origen de toda la metafísica. Sin los sueños no hubiera habido justificación para un mundo dualístico.
Friedrich Nietzsche
Ahora son unos libertinos, y el héroe los fastidia y horroriza.
Llegamos a amar nuestro deseo, y no al objeto de ese deseo.
Vivir es querer sin descanso o restaurar cotidianamente la propia voluntad.
Henri-Frédéric Amiel
Regresa para que ambos podamos volver a ser jóvenes.
Leonardo DiCaprio
El amor es sin duda el más intenso de los sentimientos porque es una suma de muchos; en el amor, como yo lo entiendo, confluyen la necesaria química entre dos personas, el erotismo, la lealtad y la más absoluta sinceridad.
Luis Sepúlveda
Mi padre me contó que hace unos días alguien le trajo un copia impresa del diario en el que escribo diciendo lo maravilloso que era. Mi padre sonrió, pero ni siquiera podía decir que eso había sido escrito por su hija.
Malala Yousafzai
Parece mentira, ¡cómo nos influyen los jefes! Si ellos fueran conscientes del poder que ejercen sobre nuestro estado de ánimo, quizás algunos reflexionarían más antes de actuar como lo hacen.
María Jesús Álava Reyes
El privilegio máximo es no tener jefes ni súbditos.
Miguel Angel Aguilar
Un alto personero me recordaba que el sistema de movilización anterior era una mierda. Probablemente tiene razón. ¡Pero era una mierda gratis!
Nelson Ávila
Nadie es campeón en Enero. Las ligas se deciden en los últimos 8 o 10 partidos.
Pep Guardiola
Ser sincero es ser potente: de desnuda que está, brilla la estrella.
Rubén Darío
Ahora está bastante claro para mí que no hay esferas sólidas en los cielos, y las que han sido ideadas por los autores para salvar las apariencias, sólo existen en su imaginación, con el fin de permitir que la mente pueda concebir el movimiento que siguen los cuerpos celestes.
Tycho Brahe
Nada envalentona tanto al pecado como la indulgencia.
William Shakespeare