Si numerosas especies en realidad comenzaron su existencia de súbito, ese hecho sería fatal para la teoría de la evolución.
Charles Darwin
Las chicas que crecen aprisa tienen los ojostristes.
Arturo Pérez-Reverte
¿Es la libertad algo más que el derecho a vivir como se desee? Nada más.
Epicteto
Lo esencial es el objeto. El error consiste en olvidar que el grano, el algodón, la lana son objetos vitales y estar interesados en ellos sólo por su valor material o especulativo.
Fernand Léger
Yo no soy vegetariano, pero como animales que sí lo son.
Groucho Marx
Tenemos que copiarnos de los curas, que te agarran de chiquito y te dan un catecismo: pa, pa, pa, pa, y a los cuatro años ya estás pelotudo.
Hebe de Bonafini
Nuestro conocimiento es una pequeña isla en el enorme océano del desconocimiento.
Isaac Bashevis Singer
En el pasado a lo largo de casi toda la historia humana, la principal amenaza para la supervivencia humana es la naturaleza. Hoy en día es la cultura.
James Gilligan
Ponpeya sobrevivió a sus batallas, pero acabó su fortuna.
Lucano
Hubo un momento de silencio... Y luego, desde los bosques, llegó una multitud de hermosos ecos, dulces, fugaces, argentinos, como si todos los cuernos de la región del encanto estuvieran soplando.
Lucy Montgomery
La mecánica del corazón no puede funcionar sin emociones, sin aventurarme más allá.
Mathias Malzieu
Muchas veces, cuando intentamos mostrar el bien, mostrar que la vida es generosa, rechazan la idea como si fuese cosa del demonio. A nadie le gusta pedir mucho a la vida, porque tiene miedo a la derrota.
Paulo Coelho
Un hombre tiene la edad de la mujer a la que ama.
Proverbio Chino
No podemos aceptar la ocupación de un solo milímetro cuadrado de suelo serbio. No empezamos esta guerra, no declaramos esta guerra. La guerra fue comenzada y nos fue declarada por los mismos que lo hicieron en 1914 y 1941, junto con el Imperio Austrohúngaro y los fascistas alemanes, unidos contra los serbios.
Ratko Mladić
La tristeza es una especie de pereza.
Samuel Johnson
¿Sabes cuál es el animal más peligroso del zoológico? Había una flecha que señalaba una pequeña cortina. Tantas eran las manos curiosas e impacientes que tiraban de ella que cada dos por tres teníamos que cambiarla. Detrás de la cortina había un espejo.
Yann Martel