Las mujeres escriben, escriben con una rapidez desbordante; su corazón charla sin cesar. No conocen generalmente ni el arte, ni la medida, ni la lógica; su estilo se arrastra y ondea como sus vestidos.
Charles Baudelaire
Primero, creía que Zapatero se lo tomaba en serio. Después, pensé que no se enteraba. Y ahora pienso que tiene un morro monumental.
Albert Boadella
La guerra no empieza nunca en la primera batalla ni acaba con la última.
Alfonso Hernández Catá
La felicidad no es el principio de la familia; no puede fundamentarse la familia sobre la base de la felicidad. Ni la familia ni ninguna otra cosa.
André Beaunier
Yo sé que existo porque tú me imaginas.
Ángel González
Ese Blas Piñar es demasiado exaltado, aunque necesario para otros menesteres.
Francisco Franco
El cristianismo es una rebelión de todo lo que se-arrastra-por-el-suelo contra lo que tiene altura: el evangelio de los viles envilece...
Friedrich Nietzsche
Ahora sabía que había entrado al país malvado, pero no conocía las reglas de combate.
Garri Kaspárov
Cuando estaba escribiéndola (I'm Not Okay) recordaba que era tener 16 años en la secundaria. Siempre deseé ser artista, así que era el chico solitario que siempre se emborrachaba. Solo tenía un buen amigo. Había una chica que me gustaba mucho y terminó sacándose fotos de muy mala calaña con su novio. Eso realmente me aplastó y terminé nadando en un pozo de desesperación, celos y alcohol.
Gerard Way
Si el lenguaje es otra piel, toquémonos más con mensajes de deseo.
Gustavo Cerati
Esta paz tan estimable se compra al duro precio de la sangre y de la muerte.
Manuel Belgrano
Cuando dos buenas personas se pelean por principios, ambas tienen razón.
Marie von Ebner-Eschenbach
En la victoria lo merecemos, en la derrota lo necesitamos.
Napoleón Bonaparte
Nadie llega muy lejos si se olvida de aquellos que estaban a su lado cuando lo necesitaba.
Paulo Coelho
Los más fieles custodios de los mitos: los mercenarios.
Stanisław Jerzy Lec
El cuerpo de una mujer mayor, a diferencia del cuerpo de un hombre viejo, se entiende como un cuerpo que no permite exhibición, ofrecimiento ni desvelamiento.
Susan Sontag