Frase de César Moro

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Y al fin es mío el tiempo y la noche me alcanza y el sueño que me anula te devora y puedo asimilarte como un fruto maduro como una piedra... - César Moro

Y al fin es mío el tiempo y la noche me alcanza y el sueño que me anula te devora y puedo asimilarte como un fruto maduro como una piedra sobre una isla que se hunde.

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Un hombre sin carácter es una nodriza sin leche, un soldado sin armas, un viajero sin dinero.

Auguste-Louis Petiet

La máxima reclamación del socialismo que el trabajo debería estar en posesión de su dueño.

Benjamin Tucker

En apenas cinco años, más del 50 por ciento de los diarios se leerán por Internet.

El mañana pertenece a aquellos que pueden oírlo venir.

El entusiasmo colorea la vida humana.

Doménico Cieri Estrada

Los celos son el amor propio de la carne.

Me gusta que se equivoquen. En esto radica la superioridad del hombre sobre los demás organismos. Así llega uno a la verdad. Yo soy un hombre, y lo soy precisamente porque me equivoco.

Fiódor Dostoyevski

Gracias a Dios nunca he perdido la inocencia infantil y la pureza de la mirada y la ingenuidad... Que la inocencia infantil era muy útil, porque si yo era un poco más sabio, no habría sido capaz de hacer nada, tal vez. Así que me alegro de que no era inteligente.

La intensidad y la complejidad de la vida, asistente al avance de la civilización, han hecho necesario un retiro del mundo.

Toda ilusión viene y va, pero el alma permanece inalterable. A lo que Dios da sentido es a experimentar realmente esto tan importante - que el alma es eterna.

Cuando intentáis alguna táctica sobre un adversario, si no funciona la primera vez, no obtendréis ningún beneficio precipitándoos a hacerla de nuevo. Cambiad vuestras tácticas de manera abrupta, haciendo algo completamente diferente. Si todavía esto no funciona, intentad alguna otra cosa.

Miyamoto Musashi

Dejó caer la pregunta como si no le diera importancia; yo conocía a timadores que hacían lo mismo, lanzaban un chelín auténtico entre una pila de falsos para que todas las monedas pareciesen buenas.

Creo que todas las novelas tratan del carácter y que es para expresar el carácter, no el sueño de doctrinas, el cantar canciones o el celebrar las glorias del Imperio Británico que la forma de la novela, tan rica, elástica y viva, va evolucionando.

La felicidad, en el amor, es un estado anormal, capaz de dar inmediatamente al accidente en apariencia mas sencillo y que siempre puede suceder, una gravedad que nunca podría comportar por si mismo. Lo que nos hace tan felices es la presencia en el corazón de algo inestable, que nos las arreglamos para mantener perpetuamente y de lo que no nos damos cuenta mientras no esta desplazado.

La felicidad tiene una superioridad.

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Carmen Andújar Zorrilla Vicente Riva Palacio Jean Rotrou Richard Baxter Toni Collette Ding Ling Antonio Muñoz Molina Marco Denevi Ferran Adrià Fritjof Capra