Frase de César Moro

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¿No era tu sonrisa el bosque resonante de mi infancia? ¿No eras tú el manantial la piedra desde siglos escogida para reclinar mi cabeza?... - César Moro

¿No era tu sonrisa el bosque resonante de mi infancia? ¿No eras tú el manantial la piedra desde siglos escogida para reclinar mi cabeza? Pienso tu rostro inmóvil, brasa de donde parten la vía láctea y ese pesar inmenso que me vuelve más loco que una araña encendida agitada sobre el mar.

César Moro

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Explorar Frases

Hay una mujer al principio de todas las grandes cosas.

Alphonse de Lamartine

Ningún valor psíquico puede desaparecer sin ser sustituido por otro equivalente en intensidad.

Carl Gustav Jung

Sobrevive con la memoria, antes que sea demasiado tarde, antes que el caos te impida recordar.

Carlos Fuentes

¿Quién dice que no puedo llevar mis Converse con mi vestido?

Demi Lovato

Si nunca lo hiciste, deberías. Esas cosas son divertidas y la diversión es buena.

Dr. Seuss

La violencia es injusta según de dónde viene.

Jean-Paul Sartre

Tendríamos menos disputas en el mundo si se tomaran las palabras por lo que son, signos de nuestras ideas solamente, y no por ellas mismas.

John Locke

No es que los hombres hacen los pueblos, sino que los pueblos, con su hora de génesis, suelen ponerse, vibrantes y triunfantes en un hombre.

José Martí

Los hombres le hemos impuesto fronteras, límites indigentes y pobres y cual abejas, las palabras muertas huelen mal.

Nikolái Gumiliov

La educación es una cosa admirable, pero es menester recordar de vez en cuando, que ninguna cosa valiosa para el conocimiento se puede enseñar.

Oscar Wilde

¿Qué es el arte? Si lo supiera, tendría buen cuidado de no revelarlo. Yo no busco, encuentro.

Pablo Picasso

Ya conoces mis sentimientos, por supuesto. Estoy aquí, lo que, burdamente traducido, significa que preferiría morir antes que alejarme de ti.

Stephenie Meyer

Una de las ventajas de ser desordenado es que uno está continuamente haciendo nuevos y excitantes descubrimientos.

Thomas Middleton

Las palabras más bellas de nuestro idioma no son "¡Te quiero!", sino "¡Es benigno!"

Woody Allen

Piense usted en el tiempo que sustraemos al desarrollo de una idea, a la continuidad de un monólogo, a la visita de un recuerdo precioso, que, una vez interrumpidos, se escapan y se esconden en el desván de nuestra memoria para reaparecer quién sabe cuándo.

Xavier Villaurrutia