Se puede dejar de correr, o dejar de entrar en juego durante largos minutos; lo único que no se puede dejar de hacer es de pensar.
César Luis Menotti
No te imagines que los demás tienen tanto interés en escucharte como el que tú tienes de hablar.
Antístenes
No tengo derecho a decir o hacer nada que disminuya a un hombre ante sí mismo. Lo que importa no es lo que yo pienso de él, sino lo que él piensa de sí mismo. Herir a un hombre en su dignidad es un crimen.
Antoine de Saint-Exupéry
Escribo porque me resulta un placer que no puedo traducir. No soy pretenciosa. Escribo para mí, para sentir mi alma hablando y cantando, a veces llorando...
Clarice Lispector
El amor no se domina; se cultiva.
Goethe
El día está lleno de noche.
Henri Barbusse
No escuchándome a mí, sino a la razón, sabio es reconocer que todas las cosas son una.
Heráclito
Quien ha experimentado un amor profundo desdeña la amistad.
Jean de la Bruyere
Peor para el sol, que se mete a las siete en la cuna del mar a roncar, mientras un servidor, le levanta la falda a la luna.
Joaquín Sabina
El poder real es económico, entonces no tiene sentido hablar de democracia.
José Saramago
La codicia trae consigo voluntad determinada de hacer el mal.
Juan de Mariana
La teoría domina el trabajo experimental desde su planificación inicial hasta los toques finales en el laboratorio.
Karl Popper
El único error que he cometido en mi vida, es no haber quemado Berlín.
Marlene Dietrich
La ciencia no es sino una perversión de sí misma a menos que tenga como objetivo final el mejoramiento de la humanidad.
Nikola Tesla
Soy un salvaje. Y las personas civilizadas sospechan esto.
Paul Gauguin
Juzguen por ustedes mismos si pertenecen a los esclavos del ayer o a los hombres libres del mañana.
Yibrán Jalil Yibrán