Algunos tienen miedo a los demás, mientras que otros se temen a sí mismos. Unos a la muerte y otros a la vida; unos a la oscuridad y otros a la luz; unos a la mentira y otros a la verdad.
César Fernández García
El hombre que tiene conciencia de su inferioridad halla en la doctrina de la reencarnación una consoladora esperanza. Si cree en la justicia de Dios, no puede esperar.
Allan Kardec
Nunca apresurarse ni apasionarse. Sea uno primero señor de sí, y lo será después de los otros.
Baltasar Gracián
Dios prefiere nuestra fidelidad en las cosas pequeñas que nos encomienda, mucho más que el ardor por las grandes que no dependen de nosotros.
Francisco de Sales
Aquel que es demasiado precavido realiza muy poco en la vida.
Friedrich Schiller
¿Tengo que explicarlo todo? ¿No puedes simplemente sentir asombro sin preguntar cómo?
George Clooney
Aunque el orgullo no es una virtud, es padre de muchas virtudes.
John Churton Collins
Los únicos bienes intangibles son los que acumulamos en el cerebro y en el corazón; cuando ellos faltan ningún tesoro los sustituye.
José Ingenieros
Ay!, Dios Mío esa es una curiosidad muy grande, bueno pero lo voy a decir!, Yo tengo 10 pelucas.
Lucha Reyes
La sabiduría no nos viene dada, sino que debemos descubrirla por nosotros mismos, después de un viaje que nadie puede ahorrarnos o hacer por nosotros.
Marcel Proust
En medio del llano canta la alondra libre de todo.
Matsuo Basho
El más peligroso de nuestros consejeros es el amor propio.
Napoleón Bonaparte
A veces más vale callar y pasar por tonto, que abrir la boca y demostrarlo.
Noel Clarasó
Pero el temor a morir en ese lugar no era tan fuerte como el otro miedo, el miedo a que el mundo perdiera la cordura, a que pudiera suceder cualquier cosa, a que no se pudiera confiar en nada, a que no hubiese nada seguro. A que el mundo fuese un lugar tan terrible.
Orson Scott Card
Perdona a tu hijo si confiesa su falta, también si la oculta; pero no si la niega.
Pitágoras
Porque los corazones humanos también tienen sus noches, colmadas de una pasión tan salvaje como la pasión de conquista y de caza que anida en el corazón del ciervo o del lobo.
Sándor Márai