Una cosa te pido, y es que no te dejes llevar por excesivos consejos. Es mejor que elijas un consejero que te aconseje sinceramente, y seguirlo. Cosa peligrosa es acompañar a muchos.
Catalina de Siena
Escribir es siempre muy difícil, sobre todo hacerlo de forma aparentemente sencilla.
Ana María Matute
El infierno está empedrado de buenas intenciones.
Bernardo de Claraval
La verdad no es un régimen dietético, sino un condimento.
Christopher Morley
Hasta las ciencias más adelantadas están saturadas de misterios y de preguntas sin respuesta.
Giovanni Papini
La diplomacia: el arte de limitar el poder.
Henry Kissinger
La división entre conocer y saber, divide la humanidad entre los que vegetan y los que piensan.
Horst Matthai Quelle
¿Quién pensará jamás, Teresa mía, que fuera eterno manantial de llanto tanto inocente amor, tanta alegría, tantas delicias y delirio tanto? ¿Quién pensará jamás llegase un día en que, perdido el celestial encanto y caída la venda de los ojos, cuanto diera placer causara enojos?
José de Espronceda
Medita el mono a lo largo de la noche, ¿Cómo atrapar la luna?
Masaoka Shiki
Ya no podré combatir mis pasiones, aprovecharé todas las oportunidades para excitar tus deseos y me esforzaré en conseguir tu deshonra y la mía.
Matthew Gregory Lewis
Para ser amado, sé amable.
Ovidio
Lo extraño en este mundo es que un tipo aplicado, sin la menor idea original, que copia a los que tienen autoridad sobre él hasta el nudo de la corbata o arruga de la barbilla, siempre logra llamar la atención. Es elegido. Asciende.
Philip K. Dick
Eres de alguna forma como un consolador, me explico: eres perfecta en la ejecución, pero tremendamente fría en el sentimiento.
Risto Mejide
Los estados son esclavos por la naturaleza de su constitución o por el abuso de ella. Luego un pueblo es esclavo cuando el gobierno, por su esencia o por sus vicios, huella y usurpa los derechos del ciudadano o súbdito.
Simón Bolívar
Vamos a darle un empujoncito a Fidel Castro para que se vaya a la tumba, ya tiene suficiente edad.
Vicente Fox
La gran enfermedad de nuestro tiempo es la carencia de objetivos, el aburrimiento, la falta de sentido y de propósito.
Viktor Frankl