El amor más fuerte y más puro no es el que sube desde la impresión, sino el que desciende desde la admiración.
Catalina de Siena
¿Qué soy yo? Un niño que gime en la noche; un niño que gime por la luz sin más lenguaje que un gemido.
Alfred Tennyson
La mala fe política es acaso más delictuosa que aquella que castigan los códigos en los negocios privados.
Antonio Cánovas del Castillo
He sido vulnerable. He sido fácil de herir. He sido fácil, y frágil. He sentido como muy hondas heridas que para otros hubieran pasado inadvertidas.
Antonio Gala
Ser eminente en profesión humilde es ser grande en lo poco, es ser algo en nada.
Baltasar Gracián
Cuando una mujer que tiene mucho que decir no habla, su silencio es atronador.
Chow Yun-Fat
No le dolieron las peladuras de cal en las paredes, ni los sucios algodones de telaraña en los rincones, ni el polvo de las begonias, ni las nervaduras del comején en las vigas, ni el musgo de los quicios, ni ninguna de las trampas insidiosas de la nostalgia.
Gabriel García Márquez
Es más deseable cultivar el respeto al bien que el respeto a la ley.
Henry David Thoreau
El miedo del ridículo detiene con frecuencia los más nobles impulsos.
Jacques Normand
A veces te echo tanto de menos que no lo soporto.
Jake Gyllenhaal
Si ahora encuentro aquel amigo leo en el fondo de sus ojos que ya se secaron las flores de 1968.
Joaquín Sabina
La guerra es el negocio de los reyes.
John Dryden
El discutidor falaz, ¿cuántas veces pasa, sin transición consciente, de la artificiosidad de sus sofismas al apasionamiento cierto y a la ilusión de que rompe lanzas por la verdad?
José Enrique Rodó
El sentido histórico y el poético no debe, en última instancia, ser contradictorios, ya que si la poesía es el pequeño mito que hacemos, la historia es el gran mito que vivimos.
Robert Penn Warren
Como el almendro florido has de ser con los rigores, si un rudo golpe recibes suelta una lluvia de flores.
Salvador Rueda
Olvidar es morir.
Vicente Aleixandre