Cásate conmigo, Tess. Cásate conmigo y sé Tessa Herondale. O sé Tessa Gray, o como quieras llamarte, pero cásate conmigo y quédate conmigo y no me dejes nunca, porque no puedo soportar que pase otro día de mi vida en el que tú no estés.
La prensa ha ido perdiendo una función crítica, ha ido aliándose al gran proveedor que es el estado.