Ese esclavo te mira como si estuviese soñando, Casia.
Carrie-Anne Moss
Como la del sol, tu luz es para todos; ama incluso lo que parece odioso.
Alejandro Jodorowsky
Los sufrimientos de los demás, quienes quieran que fueran, despertaban de inmediato su compasión, disipando cualquier oscura nube que hubiera ocultado en su mente la bondad con la pasión o el prejuicio.
Ann Radcliffe
Quizá el amor sea simplemente eso: el gesto de acercarse y olvidarse. Cada uno permanece siendo él mismo, pero hay dos cuerpos que se funden.
Antonio Gala
La automatización entusiasta del ser humano por la máquina inteligente que crece en poderes le llevará a la inutilidad.
Benjamín Solari Parravicini
Mi silencio responde a tu silencio, y la respuesta a mis preguntas miro apenas en tus ojos encenderse.
César Brañas
Estableced el orden: el hábito se encargará de mantenerlo.
Duque de Levis
Una tumba basta para aquél a quien no bastó el mundo.
El Magno Alejandro III
He decidido que voy a vivir esta vida algún tiempo.
Emile Hirsch
El valor y la sagacidad son tan comunes en los salteadores de caminos como en los héroes.
Federico II
Todos los valencianos me deben mucho porque he sacado adelante la Comunidad Valenciana. Los valencianos me gritan 'presidente, presidente' cuando me ven por la calle.
Francisco Camps
El envidioso enflaquece al ver la opulencia del prójimo.
Horacio
Y aquel que irá a la cama, sobrio lo hará Con la hoja de octubre cae.
John Fletcher
Yo, compasivo, te ofrezco; lejos del mundo un asilo, donde a mi sombra tranquilo, para siempre duerma en paz.
José de Espronceda
Al igual que el tiempo, el espacio trae consigo el olvido; aunque lo hace desprendiendo a la persona humana de sus contingencias para transportarla a un estado de libertad originaria; incluso del pedante y el burgués hace, de un solo golpe, una especie de vagabundo.
Thomas Mann
Poco a poco Dios nos quita la belleza humana: poco a poco el árbol joven se marchita. Ve y recita: Todo cuanto está dotado de vida, acabará pereciendo. No te enamores de los huesos, busca el espíritu.
Yalal ad-Din Muhammad Rumi