No puedo quedarme en las cosas eternas porque tengo sangre, tengo pies, tengo adioses en el pelo y olvidos en los ojos.
Carmen Naranjo
Existen dos causas de enfermedad: una es material, la otra espiritual. Si la enfermedad es del cuerpo, es necesario un remedio material; si es del alma, un remedio espiritual.
Abdu'l-Bahá
Aquella noche soñé, lo que luego escuché, y desde entonces ya sé que yo quiero contigo.
Amaia Montero
Hubo un poco de música; la vida parecía entonces un poco más agradable, mejor.
Charles Bukowski
Cuando sale la luna se pierden las campanas y aparecen las sendas impenetrables Cuando sale la luna, el mar cubre la tierra y el corazón se siente isla en el infinito.
Federico García Lorca
Un peligroso cruzar, un peligroso mirar hacia atrás, un peligroso estremecerse y detener el paso.
Friedrich Nietzsche
Pobre juventud: ¡Qué fácil es naufragar! Dichoso aquel que estuvo en peligro entre el oleaje del mar y logró llegar a la orilla.
Giuseppe Marello Viale
Yo soy un excelente comprador, sé comprar muy bien, no hay duda, pero no puedo vender; tendría usted que verlo cuando quiero deshacerme de alguna de mis cosas. Se precisa mucha más habilidad para hacer comprar a los demás que para comprar uno mismo.
Henry James
Vales tanto como tu última obra.
Jesús Hermida
Cuando nuestras actitudes superan nuestras habilidades, aún lo imposible se hace posible.
John Maxwell
El verdadero poeta tiene palabras que muestran sus pensamientos, pensamientos que dejan ver su alma, y un alma en la que todo se pinta de manera distinta. Su espíritu está colmado de imágenes muy claras, mientras que el nuestro sólo está lleno de señales confusas.
Joseph Joubert
El entrenador lo que tiene que hacer es lograr que el futbolista juegue de manera proporcionada a las virtudes que posee. El que lo logra es un buen entrenador, y el que no lo logra, está fracasando. Entonces la cuestión no es de estilo, ni de organización, ni de preparación física, lo importante es que los jugadores estén cerca de su máximo potencial durante un período alargado.
Marcelo Bielsa
No ves que me he pasado la vida soñando.
Miguel de Unamuno
¡Oh tú, plausible error de los errores, mina sagaz de dóricos espacios, dorado panteón de los palacios, dolor apetecido, falaz amor, agravio consentido, perniciosa alabanza, culpa ajena de propia confianza! Áspid disimulado, y, en fin, ¡oh tú, delito tolerado, oh tú, lisonja!..
Pedro Calderón de la Barca
La mente es un sirviente maravilloso, pero un amo terrible.
Robin S. Sharma
No pidas una carga ligera, pide unas espaldas fuertes.
Theodore Roosevelt