No te escudes en la edad, que es así como se envejece.
Carmen Martín Gaite
Las palabras pueden parecerse a los rayos X si uno se sirve convenientemente de ellas... lo atraviesan todo.
Aldous Huxley
Lo que decimos cuando regalamos una caja de puros a un amigo: Si fumas, puedes fumar, si algún amigo fuma, le puedes brindar, pero lo mejor que puedes hacer con esa caja es regalársela a tu enemigo.
Fidel Castro
Un talento es una combinación de algo que te gusta mucho, algo que no te parezca trabajo y algo para lo que tengas la capacidad natural de hacerlo bien.
George Lucas
Todos los hombres son iguales ante los peces.
Herbert Hoover
Hay fortunas que parecen gritar "imbécil" al hombre honrado.
Hermanos Goncourt
Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir y al fin andar sin pensamiento.
Homero Expósito
Si murmurar la verdad aún puede ser la justicia de los débiles, la calumnia no puede ser nunca más que la venganza de los cobardes.
Jacinto Benavente
Y también pienso que el mal debe engendrarse a sí mismo constantemente, mientras que el bien, la virtud, son inmortales. El vicio muestra siempre un rostro juvenil, mientras que la virtud es más venerable que ninguna otra cosa en el mundo.
John Steinbeck
Nada está construido en la piedra. Todo está construido en la arena. Pero debemos construirlo como si la arena fuese piedra.
Jorge Luis Borges
Para tener a los otros contentos no hay como hacerles explicar historias de valor o de amor y fingir que uno se las cree.
Louis-Ferdinand Céline
Vano quiere decir vacío; es tan ruin la vanidad que para afrentarla basta llamarla por su propio nombre.
Nicolas Chamfort
Hablan mucho de la belleza de la certidumbre como si ignorasen la belleza sutil de la duda. Creer es muy monótono; la duda es apasionante.
Oscar Wilde
Ni en burlas parezcáis al temeroso, pues nunca fue seguro parecerlo, así como jamás dejó de serlo el parecer valiente y animoso; y si estuviese en serlo el ser medroso tened aviso grande en conocerlo, que suele disfrazarse el miedo helado alguna vez con máscara de osado.
Pedro de Oña
Y mientras siguen dando vueltas y vueltas, entregándose, engañándose, tus rostros, tus caprichos y tus besos, tus delicias volubles, tus contactos rápidos con el mundo, haber llegado yo al centro puro, inmóvil, de ti misma, y verte cómo cambias, y lo llamas vivir, en todo, en todo si, menos en mí, dónde te sobrevives.
Pedro Salinas
Dar consejo es virtud de segundo orden.
Séneca