Si ser pacifista es tener claro el valor de la paz, lo soy seguro; pero lo soy yo y todo aquel que ha estado cerca de la guerra Quien conoce el horror de la guerra, conoce el valor de la paz.
Carme Chacón
Creo que España no debe pedir perdón. ¿Por qué? Se trata de otra España. Hubo un mestizaje histórico que se dio así, entonces no veo la razón de por qué pedir perdón, si acaso deberían pedirlo los abuelos de los mexicanos, que son más responsables que los míos.
Arturo Pérez-Reverte
¿Te cambiarías el nombre por mí?
Dakota Johnson
El hombre que consagra sus horas con incansable empeño y honradas miras, arranca su aguijón a la vida y a la muerte.
Edward Young
Sospechoso es que la inteligencia humana deba asertarse despreciando la del ordenador.
Gil Bejes Sampao
Una obra de arte para convertirse en inmortal siempre debe superar las limitaciones humanas sin preocuparse por el sentido común ni por la lógica.
Giorgio de Chirico
Éstos son los términos exactos del problema. Una lucha entre un régimen antidemocrático, comunista y oriental y otro régimen antidemocrático, anticomunista y europeo, cuya fórmula exacta sólo la realidad española, infinitamente pujante, modelará
Gregorio Marañón
Cada suicidio es un sublime poema de melancolía.
Honoré de Balzac
Es bueno para los hombres creer en las ideas y morir por ellas.
Jean Anouilh
Mira bien los caminos por donde fueron los que acertaron, pero coteja bien las circunstancias y las condiciones de los tiempos.
Joaquín Setantí
Grande, grande, grande donde los haya.
José María García
Amor y verdad son las dos cosas de Dios. La verdad es el fin y el amor es el camino.
Mahatma Gandhi
Primer amor... ¡Vago lloro, deseo de soledad, inestimable tesoro, sola y única bondad, sol de oro de verdad!
Manuel Machado
Ahí radica el verdadero poder de los medios masivos: son capaces de redefinir la normalidad.
Michael Medved
El alma descansa cuando echa sus lágrimas; y el dolor se satisface con su llanto.
Ovidio
Extendió la mano, invitándola a entrar con un gesto que daba a entender que la juzgaba dueña de sus actos y que para él no era una respetuosa señora casada, sino un verdadero ser humano.
Sinclair Lewis