Hay dos cosas en la vida que no puedes elegir. La primera son tus enemigos. La segunda, tu familia.
Carlos Ruiz Zafón
Mi rey, si en los libros sobre niños viniera toda la verdad, la raza humana se habría extinguido.
Antonia San Juan
Su ignorancia es tan notable como su conocimiento.
Arthur Conan Doyle
El que compra lo supérfluo, pronto tendrá que vender lo necesario.
Benjamin Franklin
Deberíamos tener cuidado en no hacerle a un compañero lo que solo intentábamos ayudarle a hacer.
Frank A. Clark
Sólo cuando me salga con naturalidad usar el verbo escribir en impersonal podré esperar que a través de mí se exprese algo menos circunscrito que la individualidad de un ser aislado.
Italo Calvino
Tan violento, tan frágil, tan tierno, tan desesperado, este amor hermoso como el día y malvado como el tiempo.
Jacques Prévert
Cuando era adolescente era muy inseguro. Era el tipo de chico que nunca se adaptaba a nada porque no se atrevía a elegir. Estaba convencido de que no tenía talento para absolutamente nada. Y eso se llevó todas mis ambiciones.
Johnny Depp
Mis nuevas canciones son un poco más maduras. Ahora sé cómo manejar a los chicos. En realidad, ni siquiera me lío con los chicos, me lío con los hombres.
Katy Perry
No está hecho para una relación prolongada. Es como los perros que persiguen coches. En realidad no les interesa el coche, sino que les gusta perseguir.
Lisa Kleypas
Quiero llegar a un bosque apenas sensitivo, hasta la maquinaria del corazón sin saldo.
Luís García Montero
Los hombres son crueles, pero el hombre es bueno.
Rabindranath Tagore
Los hombres viven, en general, el presente con una cierta ingenuidad; esto es, sin poder llegar a valorar exactamente sus contenidos.
Sigmund Freud
El principal objetivo de la religión no es lleva el hombre al cielo sino introducir el cielo en el hombre.
Thomas Hardy
Tal vez la única cosa peor que tener que dar gratitud constantemente es tener que aceptarla.
William Faulkner
A fe mía, he sido siempre un tunante con respecto a las leyes, y nunca he podido ajustar a ellas mi voluntad; por tanto, prefiero que las leyes se acomoden a mi gusto.
William Shakespeare