El paso más prometedor en la trayectoria errátil pero firme de la humanidad es el conocimiento generalizado de los deportes.
Carlos Monsiváis
Hablar de lo que uno está escribiendo es como destapar un frasco de un perfume precioso: el aroma se evapora. Hay que mantenerlo cerrado y escribir, es lo mejor.
Ana María Matute
Lo que quiere el sabio, lo busca en sí mismo; el vulgo, lo busca en los demás.
Confucio
Cuando un idiota te llama puta es precisamente porque no te ha podido joder.
Dolores Redondo
La única manera de obtener la felicidad es buscar la de los demás, no la propia.
Eduardo Punset
El caminante que sube a una montaña se vuelve dueño de sí mismo y responsable de su propia vida: no está sometido a los caprichos de los elementos como el navegante aventurero sobre los mares; menos aún como el viajero transportado en ferrocarril, simple carga humana facturada, etiquetada, controlada y expedida a hora fija bajo la vigilancia de un empleado uniformado.
Élisée Reclus
No me conmueve ver a un mendigomuerto de hambre, se me olvida dar las gracias, no me altero si me insultan o me desprecian. Tampoco puedo recordar la última vez que lloré.
Fernando Trujillo Sanz
La Biblia es literatura, no dogma.
George Santayana
Mi vida profesional ha sido un registro constante de desilusiones, y muchas cosas que le parecen maravillosas a las personas del público, son lugares comunes de mi profesión.
Harry Houdini
Basta con que un hombre odie a otro para que el odio vaya corriendo hasta la humanidad entera.
Jean-Paul Sartre
Dios se vale muchas veces de los débiles para abatir a los poderosos.
Juan Donoso Cortés
No hay un arca de Noé que salve a algunos y deje perecer a los demás. O nos salvamos todos, o perecemos todos.
Leonardo Boff
Nuestro amigo y nuestra amante son dos fantasmas soñados por nuestro deseo.
Manuel Fernández y González
No es valiente aquel que no tiene miedo sino el que sabe conquistarlo.
Nelson Mandela
Los amigos pasan el tiempo buscandote novio, pero cuando lo encuentras trantan de que te deshagas de él.
Renee Zellweger
Pinocho mentía y le crecía la nariz. La mentira es un afrodisíaco.
Roberto Fontanarrosa