México entendió que la crítica es un acto de amor, y el silencio una condena de muerte.
Carlos Fuentes
Es como la mesa, todo va en consonancia, te quedas pegado a todo.
Alberto Chicote
El cristianismo o es una vida entera de donación, una transubstanciación en Cristo, o es una ridícula parodia que mueve a risa y a desprecio.
Alberto Hurtado
No hay necesidad de hacer de la filosofía una metafísica para explicar los problemas actuales, con palabras sencillas y un pensamiento simple se desenreda muchos de nuestros problemas.
Alex Pimentel
Libros, que sois un ala (amor la otra), de las dos que el anhelo necesita para llegar a la verdad sin mancha.
Amado Nervo
Eramos yo y el mar. Y el mar estaba solo y solo yo. Uno de los dos faltaba.
Antonio Porchia
Nada pasa tanto de moda como la moda.
Bruno Munari
¡Ya no llores, Verano! En aquel surco muere una rosa que renace mucho.
César Vallejo
Cuando la culpa es de todos, la culpa no es de nadie.
Concepción Arenal
Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo
En algún lugar bajo la lluvia, siempre habrá un perro abandonado que me impedirá ser feliz.
Jean Anouilh
Cuando se vive para darle gusto al resto del mundo dejándose uno en último lugar se vive en el disgusto del ensueño.
Juan Camilo Betancur Echeverry
Yo cultivo el valor sereno de morir sin matar... Yo sé que la no violencia es infinitamente superior a la violencia, que el perdón es más civil que el castigo. El perdón es la mejor cualidad del soldado. Pero abstenerse de castigar no es perdón, sino cuando existe el poder de castigar. No tiene ningún sentido en una criatura impotente.
Mahatma Gandhi
¿A quién no le gusta un buen truco?
Morgan Freeman
Te puedes casar o quedarte soltero, pero te arrepentirás de las dos cosas.
Petronio
Yo escribo este manifiesto para mostrar que pueden ejecutarse juntas las acciones opuestas, en una sola y fresca respiración; yo estoy en contra de la acción; a favor de la continua contradicción, y también de la afirmación, no estoy ni en favor ni en contra y no lo explico porque odio el sentido común.
Tristan Tzara