Los médicos estamos para ayudar a sanar, pero también para ayudar a morir.
Carlos Cristos
La pasión ante la malevolencia y la estupidez se apaga.
Alejandro Dolina
No se hace buena literatura con buenas intenciones ni con buenos sentimientos.
André Gide
Permaneced junto a mí, hermosas estrellas -rogué-, y no permitáis que trate de descifrar esta fusión de luz y sonido, haced que me rinda a él de forma plena e incondicional.
Anne Rice
Miriam había utilizado poderosamente sus armas de mujer al dejarle con la palabra en la boca mientras se ausentaba escaleras arriba, hacia el tocador de señoras. Las caderas provocando más de lo normal, sus largas piernas dentro de aquellas medias de rejilla. Todo para demostrar que no tenían nada de sexo débil, ellas eran las que regían el mundo.
Armando Rodera
Es un hecho singular que la certeza subjetiva es inversamente proporcional a la certeza objetiva.
Bertrand Russell
Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna.
Groucho Marx
Nada hay tan vacío como un cerebro lleno de sí mismo.
Ignacio Manuel Altamirano
Toda la vida es una conquista, la victoria de la pasión humana sobre los mandamientos de la cobardía.
James Joyce
Una parte de mi cree que soy un perdedor y la otra parte cree que soy todopoderoso.
John Lennon
El reloj, en mi muñeca, dice que son las cinco de la tarde. La hora de los adioses, la hora en que la misma tarde agita nubecillas en despedida.
Jorge Debravo
Cuando se termina una obra un escritor se pregunta en algún momento ¿Ahora qué, cual será el paso siguiente?
Juan José Videgain
Las espadas y lanzas por sí mismas son inofensivas; el que por sí mismo es apacible y sin maldad alguna, se volverá feroz y terrible a causa de las malas compañías.
Leonardo da Vinci
Te esperare vestida de Eternidad.
Nicole Natalino
Me pregunto si las cejas de los vampiros vuelven a crecer.
Robert Pattinson
Aprieto sus manos hasta el punto de dolor. - Quédate conmigo. Sus pupilas se dilatan más precisamente, se dilatan más rápidamente, y luego regresan a algo parecido a la normalidad. -Siempre- murmura.
Suzanne Collins