En muchas empresas para alcanzar la gloria no importa vencer, basta combatir.
Carlo Dossi
Antes de embarcarte en un viaje de venganza, cava dos tumbas.
Confucio
Los cabellos grises son los archivos del pasado.
Edgar Allan Poe
Desde mi punto de vista, hay tresdiferentes tipos de mensajes de email marketing: formación, recapitulación, y ofertas.
Franck Scipion
No me importaría que la opera desapareciera. Desde que era un niño, me pareció un pesado anacronismo, casi el equivalente de fumar.
Frank Lloyd Wright
Recuerdo los tiempos en que el aire era limpio y el sexosucio.
George Burns
Hay acciones tan abominables o tan despreciables que su mera comisión debería anular cualquier curiosidad posible por quienes las cometen, y no crearla ni suscitarla, como tan imbécilmente sucede hoy.
Javier Marías
Tengo un sentido muy fuerte sobre mi propia sexualidad. Me encanta el cuerpo desnudo del ser humano y tengo una confianza enorme en mi cuerpo. A los 18 años, trabajé como stripper en algunos clubes.
Lady Gaga
Porque la parquedad en las palabras es lo más allegado al silencio preguntaron por qué los espartanos eran tan parcos en palabras.
Licurgo
Yo pasé mucho tiempo pensando cómo construir esto y no cómo lograr éxito. Yo pienso que esa es la labor más interesante que cualquier otra labor.
Mark Zuckerberg
Frazier es tan feo que deberían donar su cara en la Oficina de Vida Salvaje de los Estados Unidos.
Muhammad Ali
Es la fea graciosa mil veces más terrible que la hermosa.
Ramón de Campoamor
La gente dice que soy despiadado. No soy despiadado. Y si encuentro al hombre que me llama despiadado, voy a destruirlo.
Robert Kennedy
La voz del intelecto es apagada, pero no descansa hasta haber logrado hacerse oír, y siempre termina por conseguirlo, después de ser rechazada infinitas veces.
Sigmund Freud
La tranquilidad de su tono en cursiva espere la malicia de su respuesta.
Truman Capote
Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo, quiero ser tú, tu sangre, esa larva rugiente que regando encerrada bellos miembros extremos siente así los hermosos límites de la vida.
Vicente Aleixandre