En la guerra, el combate no es una lucha de individuos contra individuos, sino un todo organizado que integran muchas partes.
Carl von Clausewitz
El fin no puede justificar los medios, por la sencilla y clara razón de que los medios empleados determinan la naturaleza de los fines obtenidos.
Aldous Huxley
Demos al mendigo el pan que nos pide, al huérfano un hogar, al preso la libertad.
Alphonse de Lamartine
El libro esta terminado cuando no te quiere más.
António Lobo Antunes
Una mirada hacia atrás vale más que una hacia adelante.
Arquímedes
El problema con los árbitros es que conocen las reglas, pero no conocen el juego.
Bill Shankly
Lo que más me sorprendió sobre los hermanos Jonas es que son realmente caballeros.
Demi Lovato
Si alguna vez has estado triste sin motivo, es que lo has estado toda tu vida sin saberlo.
Emil Cioran
Me pregunto si te acuerdas de la historia que nos leyó mamá la primera noche que Sebastian se emborrachó...; quiero decir la noche mala. El padre Brown dijo algo así como le cogí (al ladrón) con un anzuelo y una caña invisibles, lo bastante largos como para dejarle caminar hasta el fin del mundo y hacerle regresar con un tirón del hilo.
Evelyn Waugh
Rebuscar los defectos ajenos es signo de no ocuparse de los propios.
Francisco de Sales
Buena suerte, dijo el gafe.
Joaquín Sabina
Solamente Rusia que es un país de esencia terrestre ha podido aceptar ser marxista por mas de 50 años, porque su población no tiene la dinámica de la población chilena que nació junto al mar, porque su población es semivegetal.
José Toribio Merino
El microbio carcome y destruye el organismo del hombre: lo más humilde abate a lo más soberbio. El omnívoro comedor es comido a su vez.
Manuel González Prada
Las leyes son como las salchichas. Duermes mucho mejor cuanto menos sepas cómo se hacen.
Otto von Bismarck
Veo que el ex cónsul es un hombre que conoce sus limitaciones. Eso es muestra de inteligencia.
Santiago Posteguillo
Los seres humanos en su conjunto no aguantan mucho tiempo siendo buenos; al final la maldad regresa para volver a envenenarnos.
Veronica Roth