Saber mucho no es lo mismo que ser inteligente. La inteligencia no es sólo información, sino también juicio, la manera en que se recoge y maneja la información.
Carl Sagan
En el apego de un hombre a su vida hay algo más fuerte que todas las miserias del mundo.
Albert Camus
Y yo sola con mis voces, y tú tanto estás del otro lado que te confundo conmigo.
Alejandra Pizarnik
Algo caía en el silencio. Mi última palabra fue yo pero me refería al alba luminosa.
La gente con conocimientos técnicos está dispuesta a perdonar a un ordenador que se cuelga un par de veces al año, pero los usuarios normales no.
Andrew S. Tanenbaum
La ciencia tiene un solo precepto: contribuir a la ciencia.
Bertolt Brecht
No es tiempo de vacaciones y recreo, sino que es menester contener a este hombre o morir honrosamente contendiendo por la libertad.
Catón
Mis amigos me dicen que soy muy agresivo, pero me lo dicen a gritos.
Jaume Perich
Los recuerdos se guardan en la cabeza. Lo demás no son más que trastos.
Joël Dicker
Cuanta más poesía leemos, más aborrecible nos resulta cualquier tipo de verborrea, tanto en el discurso político o filosófico, como en los estudios históricos y sociales, o en el arte de la ficción. El buen estilo en prosa es siempre rehén de la precisión, de la rapidez y de la lacónica intensidad de la dicción poética.
Joseph Brodsky
En dos ocasiones no debería jugar el hombre; cuando no tiene dinero y cuando lo tiene.
Mark Twain
Sólo una cosa convierte en imposible un sueño: el miedo a fracasar.
Paulo Coelho
Las personas inteligentes tienen un derecho sobre los ignorantes: el derecho de instruirles.
Ralph Waldo Emerson
El humano tiene que aprender a confiar en sus propias fuerzas. La lectura de biblias no lo va a proteger de las ráfagas invernales, sino las casas, el fuego y las ropas. Para impedir el hambre un arado vale lo que un millón de sermones.
Robert G. Ingersoll
Las tragedias son una herramienta para ganar sabiduría en la vida, no una guía para vivir.
Robert Kennedy
El tamaño de un hombre puede medirse por el tamaño de las cosas que le encolerizan.
Thomas Morley