La suerte es como las mujeres, que se entrega a quienes la persiguen y no a quien las ve pasar por la calle sin decirles ni una palabra.
Camilo José Cela
Yo no estoy y estoy siempre en mis versos, viajero, pero puedes hallarme si por el libro avanzas dejando en los umbrales tus fieles y balanzas: requieren mis jardines piedad de jardinero.
Alfonsina Storni
A menudo, el sepulturero entierra, sin saberlo, dos corazones en el mismo ataúd.
Alphonse de Lamartine
En lo que nos es posible alcanzar, el único sentido de la existencia humana consiste en encender una luz en las tinieblas del mero ser. -Recuerdos, sueños, pensamientos.
Carl Gustav Jung
Pero es que basta con silenciar para vislumbrar, debajo de todas las realidades, la única irreductible, la de la existencia.
Clarice Lispector
Dichoso reino cuyo rey sabe llorar y enternecerse; se escandalicen los bravos, que el Rey de reyes sabemos que lloró y nos hizo venturosos en sus lágrimas y en sus dolores.
Francisco de Quevedo
Fernando Alonso siempre pilotó bien y casi sin errores, pero hay que analizar las cosas más en profundidad. El coche estaba construido para su manera de pilotar, que es muy diferente a la mía.
Giancarlo Fisichella
Los lazos de la amistad son más estrechos que los de la sangre y la familia.
Giovanni Boccaccio
Los hombres tienen el poder de elegir, las mujeres de rechazar.
Jane Austen
No somos libres de dejar de ser libres.
Jean-Paul Sartre
En realidad os digo que sé que uno de vosotros me traicionará
Jesús de Nazaret
Hicimos lo que debimos y por eso no sobrevivimos.
John Lydon
En tu espada de hierro vivo y como mariposa de tu hechizo palpitante al fuego vuelo.
Lina Zerón
¿Y cómo te gustaría que te recordaran? Como alguien que quería dar alegría a los demás, aunque no le saliera siempre.
María Elena Walsh
Creo que no hay nada más artístico que amar verdaderamente a la gente.
Vincent van Gogh
Las medidas templadas son peligrosas cuando el mal es violento.
William Shakespeare