La ilusión de la vida es un momento, que si no se aprovechan, mi alma, son sufrimientos.
Camarón de la Isla
Nace la aurora resplandeciente, clara mañana, bello rosal, brilla la estrella, canta la fuente, ríe la vida, porque tú estás.
Alfredo Le Pera
Lo bueno no es cometer injusticia, sino no querer hacerlo siquiera.
Demócrito
Convendría que los mortales procreasen hijos por otros medios, y que no hubiese mujeres, así se verían libres de todo mal.
Eurípides
Sin desviación de la norma, el progreso no es posible.
Frank Zappa
El medio para deshacerse de un hombre amante de contradecir es callar y escuchar reposadamente.
Jaime Balmes
El sentido de la palabra es más importante que la palabra en sí.
Joël Dicker
Si bien debe existir una coordinación entre la lucha armada y las diversas formas de lucha política, la planificación global y la conducción estratégica de todas las formas de lucha deben estar en manos de la dirección combatiente.
John William Cooke
He abandonado la pesca el día en que me di cuenta que al capturarlos, los pescados no saltaban de alegría.
Louis de Funès
La acción no debe ser una reacción sino una creación.
Mao Zedong
Vamos a darnos indiscriminadamente a todo lo que sugieren nuestras pasiones, y siempre seremos felices... La conciencia no es la voz de la naturaleza, sino sólo la voz de los prejuicios.
Marqués de Sade
Suprimiendo el Senado, las televisiones autonómicas, las diputaciones y las embajadas de las comunidades autónomas en el extranjero ahorraríamos dinero suficiente para no tener que reducir ni un euro de gasto en educación o sanidad.
Miguel Ángel Revilla
Sólo quien sabe ser amigo, puede tener amigos.
Ralph Waldo Emerson
Sin patria ni bandera, ahora vivo a mi manera.
Roberto Iniesta
Una sociedad en la que el cuerpo de la mujer se exhibe como una vulgar mercancía.
Ségolène Royal
Nada poseemos en el mundo -porque el azar puede quitárnoslo todo-, salvo el poder de decir yo. Eso es lo que hay que entregar a Dios, o sea destruir. No hay en absoluto ningún otro acto libre que nos esté permitido, salvo el de la destrucción del yo.
Simone Weil