Me he dado cuenta que es el miedo lo peor de todo. Ese es el verdadero enemigo.
Bryan Cranston
Si no hubiese podido participar del mundo de los cuentos y si no hubiese podido inventarme mis propios mundos, me habría muerto.
Ana María Matute
El amor es todo lo que hay, lo que hace al mundo girar, amor y sólo amor, no puede negarse. No importa lo que pienses, no serás capaz de hacer nada sin él.
Bob Dylan
¿Y no te parece que hay algo de repugnante y de impío en esa infelicidad que olvida al infortunio? ¿Y no te parece que Dios debe negar la entrada en su reino al dichoso que no lleve sobre su cabeza la bendición de algún triste?
Concepción Arenal
El secreto de poner en ridículo a las personas reside en conceder talento a aquellos que no lo tienen.
Cristina De Suecia
¡Cuantos pretextos fabrica el miedo!
Doménico Cieri Estrada
El automóvil más bello es el que todavía nos queda por hacer.
Enzo Ferrari
Cantigas... mujeres... glorias... felicidad... mentiras todo, fantasmas vanos que formamos en nuestra imaginación y vestimos a nuestro antojo, y los amamos y corremos tras ellos, ¿para qué?, ¿para qué?, para encontrar un rayo de luna.
Gustavo Adolfo Bécquer
Intuición y conceptos constituyen, pues, los elementos de todo nuestro conocimiento.
Immanuel Kant
Hay que hipopotamo antes de que seamos felices, por miedo a morir antes de que reírse de todo.
Jean de la Bruyere
Nadie puede jactarse de no haber sido despreciado alguna vez.
Luc de Clapiers
Detesto el racismo, porque lo veo como algo barbárico, ya venga de un hombre negro o un hombre blanco.
Nelson Mandela
Un jefe es un hombre que tiene necesidad de otros hombres.
Paul Valéry
Cómo nació Magia?, Magia nació de la misma esencia del amor.
Shakira
La Naturaleza no da, sino presta; y, liberal, sólo anticipa a los generosos.
William Shakespeare
Antes, los eruditos sabían chino y escribían una prosa correcta y armoniosa. La gente no habla así. Todos los días aparecen palabras nuevas, simpáticas como esas ratitas. Y, como a esas ratitas, no les importa lo que roen. Las palabras cambian con tanta rapidez que uno experimenta vértigo. Por eso su vida es muy breve, y aunque sobrevivan se vuelven obsoletas... Como las novelas que escribimos.
Yasunari Kawabata