El equilibrio es la consideración más importante de la posición de en guardia.
Bruce Lee
En el principio de todas las cosas grandes hay una mujer.
Alphonse de Lamartine
Si reprocháis al amigo sus defectos o sus vicios, corréis el riesgo de pelearos con él; si le hacéis presente su ridiculez, podéis tener la seguridad de que no lo perdonará jamás.
Edme-Pierre Beauchêne
Es mejor estar en la cruz con el Salvador que mirarle solamente.
Francisco de Sales
... el cristianismo ha sido hasta ahora la máxima desgracia de la humanidad.
Friedrich Nietzsche
Un perro, porque vive es agudo. Lo que vive no se embota. Lo que vive hiere. El hombre, porque vive, choca con lo que vive. Vivir es ir por entre lo que vive.
Joao Cabral de Melo
Trato de tener ilusiones para no envejecer. El ser humano debe tener nuevas metas; eso es lo importante en el diario vivir.
Manuel García Ferré
Acá hay una lucha que es muy importante describirla. El Athletic tiene tradición, historia, comportamientos deseados, habituales, vinculación con el pasado, con una forma de proceder. Pero los tiempos no son los mismos, las realidades de la industria donde se mueve este sentimiento, industria y sentimiento, negocio y sentimiento, son muy distintos. Entonces es natural que el Athletic esté sufriendo.
Marcelo Bielsa
El cariño se siente, no se enseña; se transmite, no se ordena; se regala, no se pide.
María Jesús Álava Reyes
El rango no confiere privilegio o da poder. Impone responsabilidad.
Peter F. Drucker
Cuando se está en medio de las adversidades, ya es tarde para ser cauto.
Séneca
Hay belleza en todo, todos somos igual.
Soraya Lamilla
La sabiduría consiste no sólo en ver lo que tienes ante ti, sino en prever lo que va a venir.
Terencio
La mayoría de la gente que se hace tatuajes tiene algún sentimiento de inferioridad e intenta así crear una marca de virilidad en sí mismo.
Truman Capote
Aquel a quien Dios aflige tiene a Dios consigo.
Walter Savage Landor
Me gustaría emplear toda mi vida en viajar, si alguien pudiera prestarme después otra vida para pasármela en casa.
William Hazlitt