Ya entregué mi belleza y mi juventud a los hombres. Ahora, les entregaré mi sabiduría y mi experiencia a los animales.
Brigitte Bardot
El primer amor, por curiosidad; el segundo, por despecho; el tercero, por costumbre.
Alejandro Dumas
Un hombre envuelto en sí mismo hace un pequeño paquete.
Benjamin Franklin
La fe que más le gusta a Dios es la esperanza.
Charles Péguy
Saludable es al enfermo la alegre cara del que le visita.
Fernando de Rojas
Contigo me siento viva.
Inna
El alma humana era un bosque profundo y oscuro en el que uno toma todas las decisiones solo.
Jo Nesbø
Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes.
Jorge Bucay
La seriedad debe reservarse para los asuntos que lo merecen; para la vida cotidiana y corriente es mejor volver los ojos a la jovialidad, la forma más fácil y accesible de algo tan importante como la alegría.
Julián Marías
No voy a renunciar y nadie puede pedírmelo; no soy un ministro.
Julio Cobos
El cielo es alto, la tierra ancha. Amarga entre ellas vuela mi pena.
Li Bai
¿Crees que la pobreza es no tener dinero?
Paulo Coelho
De nada sirven las conquistas de la técnica médica si ésta no puede llegar al pueblo por los medios adecuados.
Ramón Carrillo
Si te enamoras de un casado, no te pongas rimmel.
Shirley MacLaine
No sé de qué trata mi vida ni quiero saberlo. Mi vida se define a sí misma cuando la vivo. Las películas se definirán a sí mismas cuando las haga.
Sidney Lumet
Ni siquiera la prueba de lo absurdo de sus sospechas podrá consolar al celoso, porque los celos son la enfermedad de la imaginación.
Vicente Aleixandre