Esos tíos son martillos, y para un martillo todos son clavos.
Brad Pitt
La única guerra que pierde el pueblo es aquella guerra orquestada por el imperio donde luchan los pobres contra los contra pobres.
Alex Pimentel
Hasta que atrapé al liberal insurrecto. Ya me debe muchas publicaciones ofensivas.
Antonio López de Santa Anna
En parte, el arte completa lo que la naturaleza no puede elaborar y, en parte, imita a la naturaleza.
Aristóteles
Me es muy difícil vengarme, pero no quiero mancharme con una sangre indigna.
Fedro
Se perdona mientras se ama.
François de La Rochefoucauld
El comercio electrónico será un amplio sector en el que triunfarán numerosas empresas al mismo tiempo con estrategias diferentes. Aquí hay sitio no para diez o cien empresas, sino para miles o decenas de miles de empresas.
Jeff Bezos
El diablo sabe por diablo, pero más sabe por viejo.
José Hernández
El otro mundo sería bien hermoso sólo con que fuese como éste.. nada más que un poco rectificado.
Jules Renard
Me encanta el whisky y el haggis. No puedo pescindir de ninguna de las dos cosas.
Kevin McKidd
Lo importante no es ganar, sino hacer perder al otro.
Les Luthiers
La realidad ha mostrado que la mano invisible del mercado necesita la mano bien visible de un Estado que actúe como garante y salvaguarda de la estabilidad económica y también de la justicia social.
María Teresa Fernández de la Vega
¿Qué es la razón? La razón es aquello en que estamos todos de acuerdo. La verdad es otra cosa. La razón es social; la verdad, individual.
Miguel de Unamuno
Fue Copérnico quien nos enseñó con su obra lo frágiles que pueden ser los conceptos científicos consagrados por la tradición... detuvo el Sol y puso la Tierra en movimiento.
Nicolás Copérnico
Jamás he hecho nada para crear lo que ha pasado. Se ha creado solo. Estoy aquí porque pasó. Pero no hice nada para que ocurriera aparte de decir sí
Ringo Starr
La señora Teavee lanzó un chillido de horror: ¿Quiere usted decir que sólo la mitad de Mike volverá a nosotros? Esperemos que sea la mitad superior - dijo el señor Teavee.
Roald Dahl