Hay indicios de que el sistema de seguridad colectiva instaurado en San Francisco hace casi cincuenta años va a funcionar finalmente del modo que se planeó. Nos hallamos en vías de alcanzar un sistema internacional eficiente.
Boutros Boutros-Ghali
¿Uno que no sepa gobernarse a sí mismo, cómo sabrá gobernar a los demás?.
Confucio
Ésa era la ciudad en cuyas calles Miguel Ángel había jugado de niño, y en cuyos estudios había surgido el Renacimiento italiano; la ciudad cuyas galerías atraían a miles de viajeros para admirar El nacimiento de Venus de Botticelli, la Anunciación de Leonardo, o el orgullo de la ciudad: el David.
Dan Brown
Todo el orgullo de un maestro son los alumnos, la germinación de las semillas sembradas.
Dmitri Mendeléyev
Los hombres elevados a los puestos prominentes son tres veces esclavos.
Francis Bacon
Nuestras ilusiones no tienen límites; probamos mil veces la amargura del cáliz y, sin embargo, volvemos a arrimar nuestros labios a su borde.
François-René de Chateaubriand
Hay algunos que nacen con estrella y otros estrellados, y aunque tú no lo quieras creer, yo soy de las estrelladísimas...
Frida Kahlo
Hacer el amor es algo muy sano: quemas calorías y hasta te olvidas de quién eres.
Isabel Gemio
¿En qué lugar, en dónde, a qué deshoras me dirás que te amo? Esto es urgente porque la eternidad se nos acaba...
Jaime Sabines
La gente puede ir en este viaje emocional que les espera si se rinden a las canciones.
Jonathan Demme
Allá muevan feroz guerra, ciegos reyes por un palmo más de tierra; que yo aquí tengo por mío cuanto abarca el mar bravío, a quien nadie impuso leyes.
José de Espronceda
El pueblo alemán también ha adquirido una percepción de las causas y objetivos de la guerra mundial, sobre quién es directamente responsable de su estallido.
Karl Liebknecht
Imperfecto como soy, comencé con hombres y mujeres imperfectos, por un océano sin rutas.
Mahatma Gandhi
El heroísmo no consiste en carecer de miedo, sino en superarlo.
Roberto Gómez Bolaños
Si me das de tu boca, de tu boca bebo a sorbitos agua del cielo.
Rosana
La gran enemiga de la razón, de la virtud, de la religión: ésa es la multitud. Esa masa informe, monstruosa, que, tomada en cada una de sus partes, parece mostrarnos hombres y criaturas de Dios dotadas de razón; y que, sin embargo, en su conjunto no forman más que una gran bestia y un monstruo más portentoso que la Hidra.
Thomas Browne