La costumbre debilita las impresiones.
Boris Vian
No puedo resolver el tema mientras mis ojos están sobre él.
Adam Mickiewicz
Allí estaban de nuevo los bosques de robles, en las laderas los chopos orgullosos, afilándose, verdes. En grupos, y, no obstante, cada uno de ellos respirando su soberbia soledad, como los mismos hombres. Aquellos hombres de Artámila.
Ana María Matute
Todo el problema de la vida es éste: cómo romper la propia soledad, cómo comunicarse con otros.
Cesare Pavese
No me parece conveniente tener hijos, pues advierto en el hecho de tener hijos múltiples y grandes riesgos y múltiples disgustos, más pocas satisfacciones y aún éstas menudas y débiles.
Demócrito
No hay normas. Todos los hombres son excepciones a una regla que no existe.
Fernando Pessoa
Las convicciones son prisiones.
Friedrich Nietzsche
Él escribir es un ocio muy trabajoso.
Goethe
Nunca debe usted usar sus mejores pantalones cuando vaya a luchar por la libertad y la verdad.
Henrik Ibsen
El sorprendente éxito de la ciencia moderna llevó, por lo tanto, a una transformación irreversible de nuestra relación con la naturaleza. Reveló al hombre una naturaleza muerta y pasiva, una naturaleza que se comporta como un autómata, que una vez programada funciona eternamente siguiendo las reglas escritas en su programa.
Ilya Prigogine
El hombre que dice que no ha nacido feliz podría, por lo menos, llegar a serlo por la felicidad de sus amigos o de cuantos le rodean. La envidia le impide este último recurso.
Jean de la Bruyere
El reto del liderazgo es ser fuerte, pero no grosero; ser amable, pero no débil; ser atrevido, pero no abusador; ser considerado, pero no perezoso; ser humilde, pero no tímido; ser orgulloso, pero no soberbio; tener humor, pero sin insensatez.
Jim Rohn
Tus vestidos son toda el alma que tienes.
John Fletcher
Mis héroes son y fueron mis padres, no me imagino teniendo a otras personas como héroes.
Michael Jordan
Ay, las casualidades, valen verga las casualidades. A la hora de la verdad todo esta escrito. A eso los pinches griegos lo llamaban destino.
Roberto Bolaño
Cuando siento una necesidad de religión, salgo de noche para pintar las estrellas.
Vincent van Gogh