Ni tres judíos juntos tienen tanto ingenio y habilidad para el contrabando como una sola mujer.
Bogumil Goltz
Ven... quiero que juntemos nuestros versos rojos; la poesía revolucionaria se hace en los sin límites, hasta en el tálamo como el amor.
Alex Pimentel
Quizá los más auténticos poetas son los que huyen de llamarse poetas: ello va contra su propia finura espiritual y contra sus propios valores estéticos.
Beatriz Villacañas
Puede un mortal hacer mucho bien en esta vida.
Buda Gautama
La primera mitad de nuestra vida nos la estropean nuestros padres; la segunda nuestros hijos.
Clarence Darrow
La libertad sin virtud ni sabiduría es el mayor de todos los males.
Edmund Burke
Llegué como el agua y como el viento me voy.
Edward Fitzgerald
¡feliz aquel que todavía tiene esperanza de emerger de este mar de confusión! Lo que se necesita no se sabe, lo que se sabe no se puede usar.
Goethe
La tentación de América es creer que la política exterior es una subdivisión de la psiquiatría.
Henry Kissinger
El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos.
Ingrid Bergman
Si quieres quererme, voy a dejar de querer, si quieres odiarme, no me tengas piedad.
Joaquín Sabina
Al principio fue la palabra, esa energía que guía tú voz si hablas. Igual que un arma que se activa entre tus labios, alejándote del lodo y de ese ahogo solitario.
Nach
Se puede dividir el infinito un número infinito de veces, y las partes resultantes seguirán siendo infinitamente grandes.
Patrick Rothfuss
No me preparo a mi vez para convertirme en maestro. No por falta de ambición o porque una persona eminente me humille; sino, porque, como discípulo, me he internado en una vía fecunda cuya progresión basta para colmar mis aspiraciones intelectuales.
Pierre Sansot
Su voz era muy bonita, alta, clara y tan llena de vida que te daban ganas de reír y llorar a la vez.
Suzanne Collins
Levantar por cien veces, topográficamente, la ciudad desde sus pasajes y sus puertas, cementerios, burdeles, estaciones..., tal como antes se hizo desde sus iglesias y mercados. Las ocultas figuras de la ciudad hechas de asesinatos, rebeliones, sangrientos nudos en la red de calles, y los nidos de amor, y los incendios...
Walter Benjamin