Los venezolanos tienen una manera muy particular de manifestarse, pronto me vi contagiado de aquel entusiasmo que emana sólo de los pueblos ingenuos.
Blanca Miosi
La timidez tiene un extraño componente de narcicismo: la creencia de que a los demás realmente les importa nuestra forma de vestir o nuestra forma de actuar.
André Dubus
Se tiempo pierdo. (en vez de: se pierde tiempo)
Antonio Lobato
Un mundo mejor nace sobre la base de la fe y la comprensión.
Douglas MacArthur
Alguna vez me quejé de yates en el Mediterráneo con Madonna, que la idolatraba como a una niña, y me abofeteó en la cara.
Elizabeth Banks
Un pueblo de amigos es una Nación imbatible.
Enrique Ernesto Febbraro
La religión es sólo una manera de sacarles el diezmo a los ignorantes, sólo existe un Dios, y ése no se enriquece como los curas charlatanes.
John Lennon
Éramos cuatro muchachos. Conocí a Paul, lo invité a unirse a mi banda. Después se unió George y después Ringo. Éramos un grupo que se hizo muy, muy grande, eso es todo.
Todos los escritores son, en realidad, unos saqueadores de realidades que las utilizan para crear otras nuevas.
Juanjo Braulio
Meine Sätze erläutern dadurch, daß sie der, welcher mich versteht, am Ende als unsinnig erkennt, wenn er durch sie -auf ihnen- über sie hinausgestigen ist.
Ludwig Wittgenstein
Maradona no es un buen seleccionador porque lleva un estilo de vida extraño, y eso no pasa desapercibido para el equipo.
Pelé
El que tiene siempre ante sus ojos un fin, hace que todas las cosas le ayuden a conseguirlo.
Robert Browning
No nos engañemos el poder no tolera más que las informaciones que le son útiles. Niega el derecho de información a los periódicos que revelan las miserias y las rebeliones.
Simone de Beauvoir
No hay nada como respirar hondo después de reírte tanto. Nada en el mundo como el dolor de estómago por una buena causa.
Stephen Chbosky
No es Pluto el único dios ciego, también lo es Amor, siempre insensato.
Teócrito
Cebamos a los animales para comérnoslos, a la vez que nos cebamos a nosotros mismos para dar de comer a los gusanos.
William Shakespeare