Si el hombre comenzara por estudiarse a sí mismo, comprobaría cuán incapaz es de comprender otras cosas.
Blaise Pascal
¡Dios es grande! Él da sabiduría a los jóvenes y fuerza a los débiles.
Aleksandr Pushkin
La persona que quiere venganza, debe cavar dos tumbas.
Anónimo
Todo nuestro mal viene 'del hecho' de que no podemos estar solos.
Arthur Schopenhauer
El temor es contrario a la fe.
Bono
En todo fracaso se oculta la semilla de un éxito.
Deepak Chopra
Tendremos que buscar en el diccionario otra palabra distinta a la de amistad que resuma y defina la íntima y sentida colaboración entre De la Rúa y el president de la Generalitat.
Francisco Camps
Un grado intenso de frío es un dolor, pues sentir un frío muy grande es percibir un gran malestar; no puede, por tanto, existir fuera de la mente; pero sí puede existir un grado inferior de frío, así como también un grado inferior de calor.
George Berkeley
Si quieren este cargo, pueden quedárselo. No me causa demasiado gozo tenerlo.
John F. Kennedy
¿La edad de la luna? Yo diría más o menos trece años.
Kobayashi Issa
Nunca pensó en la palabralibertad, y la disfrutaba a su antojo en la selva.
Luis Sepúlveda
Porque la sangre te hace pariente, pero sólo la lealtad y el amor te convierten en familia.
Megan Maxwell
La diferencia que existe entre un militar que manda y un revolucionario que dirige, reside en que el primero se impone por la fuerza, mientras que el segundo no dispone de más autoridad que la que se deriva de su propia conducta.
Néstor Majnó
Buscando mi destino, viviendo en diferido, sin ser, ni oír ni dar.
Roberto Iniesta
Una vez que un cuerpo está en movimiento, se mueve eternamente, a menos que algo se lo impida; y cualquiera que sea la cosa que impida este movimiento, no podrá extinguirlo en un instante, sino al cabo de cierto tiempo, y gradualmente.
Thomas Hobbes
Súbitamente sintió el deseo imperioso de escribir. Cierto es que, como suele decirse, Eros ama el ocio, y que sólo para el ocio ha nacido. Pero en ese momento de la crisis, su excitación le impulsaba a tranquilizar por medio de la palabra el torbellino de sus pensamientos.
Thomas Mann