He venido aquí esta noche porque me he dado cuenta de que quiero pasar el resto de mi vida con alguien. Y quiero que el resto de mi vida empiece ya.
Billy Crystal
Me resisto a creer en en otros dioses que tu boca y la mía.
Anabel Caride
El verdadero heroísmo está en saber soportar la vida.
Anónimo
No fue ilustre, es verdad, placidísimo anciano, la línea de tu estirpe, ni tu árbol genealógico se remonta a ancestros lejanos, pero tu enorme fortuna compensó tu linaje y ocultó la bajeza de tus padres.
Estacio
La Movida nunca tuvo teléfono, pero sí tuvo señales de humo para comunicarse unánimes el concierto de los Ramones o aquella noche alucinada de los Rolling, cuando nos flipábamos chupando el desodorante del sobaco de las chais, que eso coloca.
Francisco Umbral
Los derechos del hombre se llaman hambre, gozo y sufrimiento.
Franz Grillparzer
Lo que es razonable es una realidad, y lo que es una realidad es razonable.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
No se sirva pues de ese elevado término de ideal cuando tenemos para eso, en el lenguaje habitual, la excelente expresión de mentira.
Henrik Ibsen
Cometo errores. Seré la segunda en admitirlo.
Jean Kerr
Un hombre tiene que saber por sí mismo cuándo las mentiras nacen ya absueltas.
José Saramago
Para poder oprimir a una clase es preciso asegurarle unas condiciones que le permitan, por lo menos, arrastrar su existencia de esclavitud.
Karl Marx
En Chile aprendí el valor de la moderación. Soy argentino y los argentinos somos exaltados, nos guían el impulso y la emoción.
Marcelo Bielsa
La rosa no es más que la forma por un instante en alto de lo que el corazón llama por lo bajo sus delicias.
Paul Claudel
Que fácil fue tocar el cielo la primera vez, cuando los besos fueron el motor de arranque.
Ricardo Arjona
El gran Shakespeare ha dicho que es la mujer un manjar digno de los dioses, cuando no lo guisa el diablo. ¡Y es verdad! Pero no lo es menos que el diablo no entraría en la cocina si las más veces no les abriera el hombre la puerta.
Severo Catalina
Yo veo la sutil línea entre el amor a Dios y el pecado, lo fácil que resulta confundir una cosa con la otra. Lo difícil que es distinguir el éxtasis místico del éxtasis mundano. A veces estamos sacrificando algo a Dios, en realidad lo único que hacemos es acercarnos al Diablo como Fausto, volar como la polilla hacia la llama.
Vicente Garrido Genovés