Mi hija no sabe lo que es un disco. Sigo intentando encontrar uno para mostrárselo, pero es difícil en estos días. Pronto cosas como la guía telefónica o la enciclopedia impresa estarán igual de anticuadas.
Bill Gates
Una de las consecuencias de la mundialización de la economía es la desocupación y la esclavitud. A excepción de algunos financistas, los demás salimos perdiendo.
Albert Jacquard
Con esta noche tan fea una cosa piensa el burro y otra el que arriba lo arrea.
Alberto Arvelo Torrealba
En los ojos de la gente puede verse lo que verán, no lo que han visto.
Alessandro Baricco
Susan había hecho un estudio sobre el inusual índice tumoral de la región y su relación con el alto grado de consanguinidad de la población local. Habría que añadir también la imbecilidad como efecto colateral.
César García Muñoz
No reneguéis la inmortalidad del alma.
Conde de Lautréamont
La religión primitiva de la humanidad tiene su fuente principal en el inquietante temor del futuro.
David Hume
A los hombres les hablo en francés, a las mujeres en italiano, a dios le hablo en español y a mi caballo en alemán.
Federico II
El poder reside donde los hombres creen que reside. Ni más ni menos.
George R. R. Martin
Ayudar a alguien a quien queremos ayudar no tiene tanto mérito. Pero si estás enfadado con mi madre y la ayudas, entonces tiene mucho mérito.
Haley Joel Osment
Sólo las virtudes producen en los pueblos un bienestar constante y serio.
José Martí
Se dice loco de alegría. También podría decirse loco de dolor.
Marguerite Yourcenar
¿Se ha topado usted en la vida con argentinos? Cuando vea uno, cámbiese de vereda, porque la argentinidad, como el sarampión, es contagiosa.
Mario Vargas Llosa
Amor, hecho individual. Hijos, hecho social. De aquí los conflictos eternos y desesperados.
Rafael Barrett
La razón por la que la preocupación mata más que el trabajo, es porque es más gente la que se preocupa que la que trabaja.
Robert Frost
Hay dos clases de pensamientos: los que nosotros mismos producimos por la reflexión y el acto de pensar, y los que acuden a la mente por su propia voluntad.
Thomas Paine