El peor enemigo de las mujeres es su abnegación.
Betty Friedan
Sentado en una barril de pólvora y fumándo cartuchos de dinamita.
Alfonso Lanzagorta
Los barcos de papel rompieron a llorar de pena.
Amaia Montero
Si dejáramos de mostrarnos autosuficientes y nos atreviéramos a reconocer la gran necesidad del otro que tenemos para seguir viviendo, como muertos de sed que somos en verdad, ¡cuánto mal podría ser evitado!
Ernesto Sabato
Yo rechazo la mentira porque sé que la ignorancia ha sido la gran aliada de la opresión a lo largo de la historia.
Fidel Castro
La poesía ha hecho bastante cuando logra deleitar, pero la prosa debe, además, convencer.
H. L. Mencken
¡Que fuera, sino, del arduo y sereno mandato que impone la vida a los que la comprenden en sus vastos lineamientos, si no hubiera un sereno panorama donde descansar las alas fatigadas del turbulento y recio rodar de las tormentosas adversidades!
Hipólito Yrigoyen
Para pescar hay que sacar la caña y mojarse el culo.
Jane Fonda
Es un tipo que vale muy mucho la pena.
José María García
Lo que nos repetimos de forma constante, esas frases interiores que nos formulamos, son las responsables de nuestros estados emotivos.
María Jesús Álava Reyes
Nunca se sufre tanto por amor como cuando volvemos a ver el objeto amado, o mejor cuando este está ausente.
Napoleón Bonaparte
Cuando un niño comienza a sonreír, con una pequeña bifurcación de amargor y dulzura, las orillas de su sonrisa desembocan sin burlas en la anarquía del océano. Se siente mejor que nadie: juega a la gloria con los ángulos de la boca y ya cose la sutura irisada al conocimiento infinito de la realidad.
Ósip Mandelshtam
Todo tiene un riesgo, incluso las historias de éxito.
Rafael Pérez Gay
No me gustan los hombres que no tienen alguna debilidad, desconfío de ellos. Creo que en cualquier momento pueden explotar, derrumbarse al haberse creído siempre por encima de los demás.
Santiago Posteguillo
La solidaridad es la fuerza de la gente débil.
Ugo Ojetti
Me gustaría vivir eternamente, por lo menos para ver cómo en cien años las personas cometen los mismos errores que yo.
Winston Churchill