La disciplina externa es el único camino a la felicidad para aquellos desdichados cuya absorción en sí mismos es tan profunda que no se puede curar de ningún otro modo.
Bertrand Russell
La maldad no es algo sobrehumano, es algo menos que humano.
Agatha Christie
Recuerden... Que los verdaderos derechos se deben conquistar, que es necesariovencer los conservadores, rutinarios retrógrados, los temerosos de lo nuevo, los amantes del pasado, que es necesariovencer el temor de los políticos que ven con recelo esa incógnita que encierra el voto femenino, y tal vez sea éste el mayor obstáculo.
Alicia Moreau de Justo
La pobreza priva a menudo al hombre de la virtud y del ánimo.
Benjamin Franklin
En el escenario soy la persona más feliz del mundo.
Britney Spears
En un Estado de derecho a nadie se le puede privar de su libertad porque se fume un pucho de marihuana.
Carlos Gaviria Díaz
No volveré a interpretar monstruos nunca más. Drácula es diferente: es una persona excitante.
Christopher Lee
Lo primero y lo último que se requiere del genio es el amor a la verdad.
Goethe
Corazón, no te aflijas. Descansaré en paz junto a mis queridos padres y te esperaré.
Harry Houdini
En todo matrimonio hay, por lo menos, un necio.
Henry Fielding
Un investigador cuantitativo es el que no sabe lo que hace, un investigador cualitativo es el que sabe lo que hace.
Jesús Ibáñez
La Historia debe ser sobre todo la pintura de un tiempo, el retrato de una época. Cuando ésta se limita a ser el retrato de un hombre o la pintura de una vida, sólo a medias es Historia.
Joseph Joubert
Mira, ¿Acaso todas las olas se mueven porque una sola empieza a moverse? No Simplemente se mueven todas a un tiempo.
Ko Un
El Brasil oportunista. El Brasil docto. Y la coincidencia de la primera construcción brasileña en el movimiento de reconstrucción general.
Oswald de Andrade
Un monopolio es una cosa terrible hasta que lo tienes.
Rupert Murdoch
Si cuento con dos estrellas de cine en la película que estoy haciendo, siempre sé que en realidad cuento con tres. La tercera es la cámara.
Sidney Lumet