Carecer de algunas de las cosas que uno desea es condición indispensable de la felicidad.
Bertrand Russell
Nadie, especialmente el presidente, dejaría a gente desatendida por su raza.
Condoleezza Rice
Era fantástico y también muy duro.
Haruki Murakami
La poesía es indispensable, me gustaría saber para qué.
Jean Cocteau
Sentía que Watchtower era algo que yo mismo había escrito pero a lo que nunca pude dar forma. Siempre me sentí de esa manera con Dylan. No podría escribir las palabras que él escribe, pero me ha ayudado a escribir, porque tengo mil canciones que nunca serán terminadas. Me siento un rato y escribo dos o tres palabras. Ahora tengo más confianza en mi mismo como para poder terminar una.
Jimi Hendrix
La persona humana tiene una necesidad que es aún más profunda, un hambre que es mayor que aquella que el pan puede saciar es el hambre que posee el corazón humano de la inmensidad de Dios.
Juan Pablo II
Nada nos envejece tanto como la muerte de aquellos que conocimos en nuestra infancia.
Julien Green
Me gustaría volver a ser diputado por un solo día y decir desde el estrado: ¿Y ahora qué, hijos de puta?
Julio Anguita
La vida vibra más donde es más dura.
Laura Restrepo
Un cigarrillo es el arquetipo de un placer perfecto. Es exquisito y deja insatisfecho. ¿Qué más puede pedirse?
Oscar Wilde
La alfabetización no es un juego de palabras, sino la conciencia reflexiva de la cultura, la reconstrucción crítica del mundo humano, la apertura de nuevos caminos, el proyecto histórico de un mundo común, el coraje de decir su palabra.
Paulo Freire
La gloriosa lámpara del cielo, el sol.
Robert Herrick
La fuerza de acción, es mero asunto del carácter; el comportamiento de un individuo o de un pueblo frente a un agravio al derecho es la piedra de toque más segura de su carácter.
Rudolf von Jhering
Sin soledad es imposiblecomprender el sentido del tiempo. Y si no se comprende el sentido del tiempo, no se puede entender el sentido del hombre.
Susanna Tamaro
Saber apreciar la belleza no es lo mismo que sentir debilidad -señala Peeta-. Salvo quizá en lo que respecta a ti.
Suzanne Collins
Tuve una vez en mis manos a uno de esos pájaros. Había muerto y caído a la tierra. Sus alas extendidas tenían el ancho de mis hombros, y el tamaño de su cuerpo no era mayor que el de mi dedo meñique. Pero esos pájaros no tienen patas. Duermen en el viento, y sólo caen a la tierra cuando mueren.
Tennessee Williams