China será dominada por Rusia y alzará a los amarillos en dogmas rusos.
Benjamín Solari Parravicini
A mí no me molestan los ricos, me molestan los pobres, y con éstos hay dos soluciones: o se les mata o se les da dinero, con lo que dejan de ser pobres y compran en las tiendas de los ricos.
Agustí Chalaux
Los hombres sabios aprenden mucho de sus enemigos.
Aristófanes
La noche es la mejor representación de la infinitud del universo. Nos hace creer que nada tiene principio y nada, fin.
Carlos Fuentes
Dame ilusión, esperanza, ganas de vivir y no me olvides.
Frida Kahlo
El rumbo de los acontecimientos dependerá de circunstancias ajenas a los designios oficiales.
George Santayana
La ignorancia no se aprende.
Gérard de Nerval
¡Qué diablos!, el deber, es sentir lo que es grande, amar lo que es bello, y no aceptar todos los convencionalismos de la sociedad, con las ignominias que ella nos impone.
Gustave Flaubert
Sentimos la íntima proximidad de lo que estaba perdido en las brumas del tiempo o disperso en un catálogo de anécdotas inconexas y falseadas. Se vuelven vivas y reales las hazañas de Tupac Amaru, las esperanzas de tantos alzamientos de indios, negros, mulatos y zaparrastrosos que oligarquías crueles y rapaces ahogaron en sangre...
John William Cooke
Todo aquello que hemos desarrollado en los últimos 100 años debe ser destruido.
Kaarlo Pentti Linkola
Una obra de arte nunca se termina, solo se abandona.
Leonardo da Vinci
La vida sin libertad no tiene sentido.
Mel Gibson
El hombre es una criatura moral que envejece, que muere y que no sabe para qué vino aquí.
Octavio Paz
Nada detiene a una raza animada de ideas que no se doblan, y sostenida por el austero afán de guardarse idéntica a sí misma. Nada, ni el acero de las armas, ni el oro de las opulencias, salva a una raza que pierde el carácter.
Rafael Barrett
La conciencia no nos impide cometer pecados, pero desgraciadamente sí disfrutar de ellos.
Salvador de Madariaga
Para las masas en su existencia más honda, inconsciente, las fiestas de alegría y los incendios son sólo un juego en el que se preparan para el instante enorme de la llegada de la madurez, para la hora en la que el pánico y la fiesta, reconociéndose como hermanos, tras una larga separación, se abracen en un levantamiento revolucionario.
Walter Benjamin